
Se recibieron fotografías de 13 regiones del país y destacó una mayor participación de las regiones Metropolitana, Los Ríos, Valparaíso y Magallanes y la Antártica Chilena.

Se recibieron fotografías de 13 regiones del país y destacó una mayor participación de las regiones Metropolitana, Los Ríos, Valparaíso y Magallanes y la Antártica Chilena.

Tras un extenso trabajo de la División de Planificación y Desarrollo Regional del Gobierno Regional de Tarapacá, la nueva Estrategia Regional de Desarrollo iniciará su proceso de actualización durante el primer semestre de este año. Es de esperar que este instrumento, del cual hemos conocido muchas versiones, esta vez sí se constituya en un aporte a la hoja de ruta de nuestra zarandeada región.

La autonomía regional, para dejar de ser una quimera, debe ser entendida como una meta a la cual nos acercamos mediante un gran esfuerzo nacional y regional por mejorar las capacidades de gobernanza territorial, de manera que los gobiernos regionales, responsables frente a su ciudadanía, adopten políticas públicas basadas en evidencias que mejoren la eficacia y eficiencia de su gestión. Sin ello, se arriesga el éxito de la descentralización –y su impacto en la calidad de vida de los ciudadanos de las regiones–. Y la ventana de oportunidad para hacerlo comienza a cerrarse.

La pregunta es ¿cómo los territorios podrán desarrollar esas capacidades? Si no poseen elementos articuladores de las políticas públicas que les permita ir reduciendo las desigualdades entre los territorios sub-nacionales, con una metrópolis que abarca y devora y que se nutre de esas desigualdades.

Desde hace siete años se desarrolla en el país una importante actividad relacionada con el estado actual de las ciencias, las artes y la cultura en general: Congreso Futuro. Organizada bajo el alero del Senado de la República, las charlas son transmitidas vía el canal de televisión respectivo. Es el momento para que científicos, artistas, creadores y público en general puedan, no solo escuchar, sino además conversar con destacados personajes, incluyendo premios Nobeles y otros expositores de reconocida importancia internacional.

Esta edición especial de nuestra revista, pretende relevar el rol de algunas de las mujeres científicas que trabajan en Tarapacá que, pese a todos los problemas que han debido enfrentar a lo largo de su formación, hoy desarrollan sus proyectos en los principales centros de educación superior de la región.

Un estudio liderado por investigadores del Instituto de Ecología y Biodiversidad (IEB), publicado en la revista científica Plant Diversity, develó el origen evolutivo de esta planta y su estrategia reproductiva de imitar las flores de otra especie, atrayendo polinizadores más eficientes. El cactus endémico, en peligro crítico de extinción según criterios de la UICN, se enfrenta a grandes amenazas como la destrucción del hábitat por cambio en el uso del suelo como lo que ocurre con la expansión inmobiliaria. Por esta razón, investigadores promueven la urgente conservación de esta especie y los procesos que ocurren en este ecosistema litoral.

Iquiqueña neta, bióloga marina y doctora en Gestión y Conservación del Mar por la Universidad de Cádiz, ha dedicado su carrera a estudiar los efectos de los contaminantes que se filtran en el aire, el agua y los cuerpos. Desde su laboratorio en la Facultad de Ciencias de la Salud de la UNAP, lidera estudios sobre microplásticos y contaminantes emergentes, haciendo visible lo que el océano en Tarapacá advierte de manera urgente.

Romina Ramos es doctora en Ciencias Sociales y como tal señala que cuando hace un trabajo científico lo hace para “contribuir al territorio y donde a través de la evidencia se puedan tomar decisiones”.

Viajó a Chile para un curso de verano. Y se enamoró, en todos los sentidos. Después hizo un postgrado y terminó en Iquique, ciudad que le encanta pues le recuerda a su natal Cali. Una colombiana que hace ciencia e innovación en la Unap.