
Celebrar la vida en el mar gracias a la ANCHOVETA
Espectáculo inédito en nuestra costa, debido a una tregua en su captura.

Espectáculo inédito en nuestra costa, debido a una tregua en su captura.

Un libro que pretende ayudar a comprender mejor la fiesta de La Tirana ya está circulando en digital. Un texto que se arma en torno a un aspecto poco conocido y escasamente tratado de la fiesta: las notas de prensa que los diversos periódicos escriben sobre el 16 de julio. Un libro de fuentes, dice el sociólogo Bernardo Guerrero, su autor.

La escritora, dice la crítica, construye, de manera ágil y con sorprendente destreza narrativa, una novela histórica que pone en primer plano a las heroínas olvidadas de esta guerra y de todas las guerras: las mujeres, aquellas que sostienen la vida misma contra toda lógica cuando se ha desatado el horror en el frente.

“Ese mar que tranquilo te baña, te promete un futuro esplendor”, aprendimos todos, desde muy pequeños. Don Eusebio Lillo, que no era un biólogo ni nada que se le parezca, tenía una intuición, una esperanza, una certeza. El mar, generoso, debía proveernos de un futuro esplendor. Eso es lo que vivimos hace algunas semanas en la costa de nuestra ciudad, como anunciando un presagio: que eso es posible.

La crisis sanitaria generada por la pandemia del Covid-19 -que se irá agudizando con la llegada del invierno- en un breve plazo ha logrado inducir dos crisis adicionales: una económica y la otra social. La primera, en el mejor escenario tendrá dos fases: una -entre marzo y octubre- con una caída abrupta de la actividad económica nacional, para luego -a partir de fines de año- comenzar a mostrar cifras mejores, principalmente, porque las bases de la economía para el crecimiento económico aun no estarían comprometidas. La segunda, está golpeando duramente a cerca del 80% de los hogares chilenos, y se prolongará por un largo tiempo, debido a la precariedad económica de la micro y pequeña empresa. Y la pérdida de poder de compra de una inmensa mayoría de la población por la creciente cesantía, la reducción salarial, y el alto endeudamiento.

Esta edición especial de nuestra revista, pretende relevar el rol de algunas de las mujeres científicas que trabajan en Tarapacá que, pese a todos los problemas que han debido enfrentar a lo largo de su formación, hoy desarrollan sus proyectos en los principales centros de educación superior de la región.

Un estudio liderado por investigadores del Instituto de Ecología y Biodiversidad (IEB), publicado en la revista científica Plant Diversity, develó el origen evolutivo de esta planta y su estrategia reproductiva de imitar las flores de otra especie, atrayendo polinizadores más eficientes. El cactus endémico, en peligro crítico de extinción según criterios de la UICN, se enfrenta a grandes amenazas como la destrucción del hábitat por cambio en el uso del suelo como lo que ocurre con la expansión inmobiliaria. Por esta razón, investigadores promueven la urgente conservación de esta especie y los procesos que ocurren en este ecosistema litoral.

Iquiqueña neta, bióloga marina y doctora en Gestión y Conservación del Mar por la Universidad de Cádiz, ha dedicado su carrera a estudiar los efectos de los contaminantes que se filtran en el aire, el agua y los cuerpos. Desde su laboratorio en la Facultad de Ciencias de la Salud de la UNAP, lidera estudios sobre microplásticos y contaminantes emergentes, haciendo visible lo que el océano en Tarapacá advierte de manera urgente.

Romina Ramos es doctora en Ciencias Sociales y como tal señala que cuando hace un trabajo científico lo hace para “contribuir al territorio y donde a través de la evidencia se puedan tomar decisiones”.

Viajó a Chile para un curso de verano. Y se enamoró, en todos los sentidos. Después hizo un postgrado y terminó en Iquique, ciudad que le encanta pues le recuerda a su natal Cali. Una colombiana que hace ciencia e innovación en la Unap.