El béisbol en Iquique no es solo una disciplina deportiva: es un testimonio tangible de un ciclo histórico, del espíritu comunitario y de la identidad cultural asociada al deporte barrial y amateur de la ciudad. A lo largo de los años, esta práctica ha demostrado ser una plataforma de integración social positiva, reflejando las diversas influencias migratorias que han moldeado a Iquique.
Arte y Cultura26/08/2024 Atilio Jorquera Cavada
Lanzador del Equipo Venezuela del inicio del proceso migratorio.
La llegada del béisbol a Iquique se remonta a los años treinta del siglo pasado, coincidiendo con el auge de la industria del salitre. Fue una época de gran prosperidad económica que atrajo a personas de diversas partes del mundo, generando una diáspora que enriqueció la ciudad con una diversidad de culturas y tradiciones (Clifford, 1994). Este proceso no solo representó una dispersión de personas, sino también la creación de identidades multiculturales y fluidas que encontraron en el béisbol una forma de expresarse y conectarse. Entre estos inmigrantes se encontraba Tatukichi Sakurada Endo, rebautizado posteriormente como Juan Sakurada. Su pasión por el béisbol lo llevó a enseñar y difundir este deporte entre los jóvenes de Iquique, formando los primeros equipos y confeccionando con sus propias manos los implementos para su práctica, sin saber que estaba iniciando una nueva disciplina deportiva que se sumaría a la identidad cultural de la ciudad. Este vínculo con el proceso migratorio se mantiene hasta la actualidad.
El béisbol, junto con otras disciplinas deportivas, ha contribuido significativamente a la construcción social de Iquique. Los clubes deportivos y sus respectivas identidades han sido un elemento central en la cohesión de la comunidad desde los barrios. Equipos como Nichi, Cóndor, Sol Naciente, Crisol, Iquitados, Cardenales de San Martín, Olimpo, Academia de Educación Física, Remache, Canadá, Blindados y Grupo Salvo representan los inicios y la primera era de esta historia. Posteriormente, equipos como Hijos de Tocopilla, The Gainers, Tigres de la Cantera, Club Collahuasi, Kamichi y Mustang han continuado la evolución de esta disciplina deportiva.
El béisbol, junto con otras disciplinas deportivas, ha contribuido significativamente a la construcción social de Iquique.
Equipo de la actual competencia en Alto Hospicio que tiene la bandera de Venezuela y Chile integradas.
INTEGRACIÓN Y MIGRACIÓN
Uno de los aspectos más destacables del béisbol en Iquique es que ha actuado como eje de una asimilación estructural (Gordon, 1994), favoreciendo la integración y construcción de redes sociales de los emigrantes en la ciudad, tanto en sus inicios como en la actualidad con los ciudadanos venezolanos. Los primeros equipos conformados por migrantes venezolanos fueron Rebeldes y Venezuela.
Hoy en día, hay nueve equipos que compiten todos los fines de semana en el diamante de Alto Hospicio, con unos pocos chilenos activos. Los equipos actuales son: Athletics, Tiburones, Boston, Venezuela, Brewers, Águilas, Tigres, Toros y Areneros. Esta nueva etapa del béisbol tiene un responsable claramente identificado, Andrés Vergara, quien ha gestionado desde cero este nuevo espacio. Los equipos mencionados no solo han elevado el nivel competitivo de la disciplina, sino que también han enriquecido la vida cultural de este deporte y de la comunidad receptora.
A pesar de su trayectoria, el béisbol en Iquique ha enfrentado numerosos desafíos, especialmente en términos de infraestructura. Durante años, los beisbolistas locales jugaron en terrenos improvisados y enfrentaron la falta de equipamiento adecuado.
Equipo Local, integrado con jugadores venezolanos.
A pesar de su trayectoria, el béisbol en Iquique ha enfrentado numerosos desafíos, especialmente en términos de infraestructura. Durante años, los beisbolistas locales jugaron en terrenos improvisados y enfrentaron la falta de equipamiento adecuado. Sin embargo, la perseverancia y el esfuerzo de jugadores, entrenadores, entusiastas y dirigentes han mantenido vivo este deporte. La construcción del diamante de Castro Ramos fue un hito y un pago de deuda con quienes iniciaron este deporte, con las selecciones, con quienes jugaron por Chile en competencias internacionales y con quienes ganaron el Cóndor por medio de este deporte. Hoy en Castro Ramos se encuentra el softball femenino y el béisbol formativo de las nuevas generaciones.
LEGADO
El legado del béisbol en Iquique es palpable. Los títulos nacionales adultos obtenidos en 1956 y 1960, y los títulos de categoría infantil en 1983, 1984 y 1986, de la mano del gran receptor Perrilla Carvajal, son testimonio de su trayectoria. En 1956, Marcelo Quirión, apodado Mr. Homerun, un padre oblato canadiense que llegó a la ciudad a fines de los 1940 en el contexto de la industria salitrera, jugó un papel fundamental en ese logro. Este cura se integró en la escena local beisbolera y fue un iquiqueño más en la novena que venció a grandes potencias como Tocopilla y Antofagasta.
El béisbol en Iquique ha sido más que un simple juego; ha sido una manifestación de la resiliencia, la integración y el espíritu comunitario que ha caracterizado al deporte en esta ciudad como un discurso de patrimonio autorizado y disonante.
Equipo de la actual competencia en Alto Hospicio, se ve en su camiseta la bandera de Venezuela y Chile.
Además de los triunfos deportivos, el verdadero valor del béisbol y del deporte en general en Iquique reside en su capacidad para formar identidades y fortalecer la comunidad. El béisbol tiene una conexión particular con dos procesos migratorios: uno impulsado por la economía y otro que podría ser definido como migración forzada. A pesar de las circunstancias, no hay duda de que ha sido una plataforma de integración social, reflejando un multiculturalismo que resalta la diversidad y la unidad en la diferencia.
El béisbol en Iquique ha sido más que un simple juego; ha sido una manifestación de la resiliencia, la integración y el espíritu comunitario que ha caracterizado al deporte en esta ciudad como un discurso de patrimonio autorizado y disonante (Smith, 2006). Por un lado, reúne los elementos culturales para ser definido como importante y digno de ser preservado por la comunidad; por otro lado, su historia no siempre ha encajado con las normativas, desafiando y contradiciendo las narrativas oficiales. El béisbol, desde sus humildes comienzos en los años 1930 hasta su papel actual como puente de integración para migrantes, permite caracterizar el impacto de este fenómeno desde una perspectiva más positiva.
Equipo Tigres, integración de jugadores locales y venezolanos.
Primer Equipo de Venezuela en el inicio del proceso migratorio.
El Museo Regional de Iquique (MRI) es el escenario de “Miradas de colección: Barros Cruzados”, un proyecto de arte prehispánico y contemporáneo en Tarapacá, que surge como una propuesta de curaduría en arte y educación a desarrollar anualmente en esta institución cultural.
Proyecto organizado por la Compañía de Teatro Antifaz y financiado por el Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio, a través del Programa de Apoyo a Organizaciones Culturales Colaboradoras, Convocatoria 2023; Fondo Nacional de Fomento y Desarrollo de las Artes Escénicas, Línea Festivales y Encuentros de Trayectoria, Convocatoria 2024; Ley de Donaciones Culturales; Gobierno Regional de Tarapacá junto al Consejo Regional de Tarapacá, a través del 8% del Fondo Nacional de Desarrollo Regional de Cultura 2024 y Compañía Minera Doña Inés de Collahuasi.
Este 28 y 30 de septiembre el elenco se presentó en la Iglesia Sagrado Corazón de Jesús y en el Salón Principal de la Universidad de Tarapacá, sede La Tirana, respectivamente.
Este año publicó su segundo libro “Iconoclastas” por Editorial Navaja -sello editorial ubicado en Iquique-, el cual mediante las miradas de Michael, la abuela Graciela -o Quela- y Manríquez, amigo de Michael, relata y despierta la curiosidad crítica frente a las formas y dinámicas impuestas por los procesos y “tradiciones” heredadas en torno a la conformación del Estado Nación en la región de Tarapacá.
Se vivieron dos momentos especiales por el reconocimiento a dos músicos pampinos. Primero recibió el reconocimiento póstumo, Calatambo Albarracín, quien naciera en la Oficina Santa Laura. Luego, Fermín y Moisés Méndez Albarracín, sobrinos del cantor nortino y pampino.
Juan Podestá Barnao escribe y escribe. Y lee, claro. Un escritor es, antes que todo, un lector compulsivo. No podría ser de otro modo. Toda la vida no alcanza para vivir lo que otros han contado en los libros. En esta entrevista realizada por otro escritor y compañero de fechorías, nos muestra su lado más íntimo. Mientras escribe y bebe, ahora último, sólo agua.
Más de treinta sociedades de bailes religiosos participaron en la Octava de San Lorenzo en la Capilla Reconciliación, ubicada en Avenida Sotomayor. La celebración comenzó con el recorrido de la imagen del santo patrono por las calles del sector y continuó con el ingreso de los bailes, destacando la Diablada San Lorenzo.
El diablo es una figura presente en lo extenso de la historia del Norte Grande. Diablos los hay oscuros y de todos los colores y formas. Los diablos en el desierto han sido parte del paisaje traídos desde culturas tan distintas como los migrantes desde los valles del Norte Chico, pasando por los de Balcanes, hasta los del valle del Cauca.
En su segunda versión, organizada por el Centro Cultural La Inclusive, el festival contó con un total de 20 actividades gratuitas, las que se distribuyeron de la siguiente manera: 11 presentaciones en vivo; 5 talleres formativos, 2 conversatorios y 2 nuevas exposiciones, las que se desarrollaron en las dependencias del Museo Regional de Iquique.
A través de casi dos décadas de trabajo ininterrumpido, Rodolfo Andaur se ha transformado en un gestor clave de proyectos multidisciplinarios de arte a nivel local, nacional e internacional, que se enfocan en la reflexión y el análisis crítico de los territorios.
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Diversidad de artes y saberes ancestrales se encontraron en la región de Arica y Parinacota, en un evento que culminó en la catedral San Marcos con una velada de orquestas, luego de visitar Putre, Codpa, Chapiquiña y Pachama.
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La tragedia que supone la destrucción de la Parroquia de San Antonio de Padua debe ser un recordatorio urgente de la fragilidad del patrimonio y de la necesidad de actuar antes de que sea demasiado tarde. Esta pérdida no debe quedar en vano. 03-05
La tragedia que supone la destrucción de la Parroquia de San Antonio de Padua debe ser un recordatorio urgente de la fragilidad del patrimonio y de la necesidad de actuar antes de que sea demasiado tarde. Esta pérdida no debe quedar en vano.
El incendio que afectó a la Iglesia de San Antonio de Padua de la orden franciscana de Iquique sólo fue el epílogo de la tragedia de despreocupación y desvalorización generalizada del Patrimonio de Tarapacá, que sigue desapareciendo sin mediar un conjunto de acciones mínimas necesarias para prevenir, en este caso el alto riesgo de incendio que está a la vuelta de cada esquina de la arquitectura de madera de la ciudad de Iquique.
El Museo Regional de Iquique (MRI) es el escenario de “Miradas de colección: Barros Cruzados”, un proyecto de arte prehispánico y contemporáneo en Tarapacá, que surge como una propuesta de curaduría en arte y educación a desarrollar anualmente en esta institución cultural.