Las demandas actuales de alimento, y sus prácticas de producción, han impactado fuertemente al sistema terrestre, incluso a escala global. Lograr asegurar el acceso adecuado de nutrientes a todos los individuos humanos no es trivial, siendo la seguridad alimentaria una de las principales áreas en donde se enfoca el desarrollo tecnológico. ¿Somos capaces, como individuos, de revertir el daño ecológico que nuestra alimentación tiene sobre el mundo?
La evidencia se suma a investigaciones anteriores referida a los perjuicios que están experimentando especies de importancia económica y ecológica que habitan en las costas de Chile.
Cientos de organizaciones, dirigentes y científicos vinculados al sector pesquero de nuestro país, elaboraron una propuesta para desarrollar un nuevo modelo de desarrollo pesquero en la Nueva Constitución. El documento aborda un diagnóstico de la situación que se vive actualmente en el país y después propone una serie de medidas, algunas urgentes y otras de mediano plazo, hasta concluir con los planteamientos para la nueva Carta Magna.
Los expertos lo repitieron hasta el cansancio: las propiedades de la Quinua son tantas y tan positivas para el consumo humano, que debiera dejar de ser el alimento del futuro, para ser el alimento del presente. Conocido como “el grano de oro” en la zona del Altiplano, se cultiva en más de 130 países; sus variedades permiten múltiples preparaciones y puede ser cultivada a cuatro mil metros de altura o al nivel mar. Es un “todo terreno” de la agricultura y podría cambiar el mapa productivo de Tarapacá.