SÚPER ALIMENTO OCUPA SU LUGAR EN LAS MESAS DEL MUNDO

Los expertos lo repitieron hasta el cansancio: las propiedades de la Quinua son tantas y tan positivas para el consumo humano, que debiera dejar de ser el alimento del futuro, para ser el alimento del presente. Conocido como “el grano de oro” en la zona del Altiplano, se cultiva en más de 130 países; sus variedades permiten múltiples preparaciones y puede ser cultivada a cuatro mil metros de altura o al nivel mar. Es un “todo terreno” de la agricultura y podría cambiar el mapa productivo de Tarapacá.

Ciencia y Medio Ambiente22/07/2019 Andrea Suárez
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Foto: Franco Miranda

Fotos: FRANCO MIRANDA

Cientos de expertos se reunieron en nuestra ciudad en el “VII Congreso Mundial de la Quinua y Otros Granos Andinos” para hablar de un alimento increíble: más que una semilla, se la conoce como un pseudocereal, que provee la mayor parte de sus calorías en forma de hidratos complejos, y también aporta cerca de 16 gramos de proteínas por cada 100 gramos y ofrece, además, alrededor de 6 gramos de grasas en igual cantidad de alimento. 

Los expertos señalan que “si comparamos la Quinua con la mayor parte de los cereales, ésta contiene muchas más proteínas y grasas, aunque éstas últimas son en su mayoría insaturadas, destacándose la presencia de ácidos omega 6 y omega 3. Respecto al aporte calórico, es semejante o levemente superior a un cereal, pues contiene menor cantidad de hidratos”. 

“Al emplearse como cereal, es especialmente beneficiosa en la dieta de personas celíacas, ya que no contiene gluten. Asimismo, por su alto contenido en fibra y su mayor aporte proteico respecto a los cereales, tiene un bajo índice glucémico, lo que la vuelve ideal para personas con diabetes o que desean adelgazar comiendo sano. También es de gran ayuda para controlar los niveles de colesterol en sangre, ya que su fibra y sus lípidos insaturados favorecen el perfil lipídico en el organismo”. 

“La gente la despreciaba y decía: esta es comida de cholos, comida de pobres, comida de indios”

El escaso consumo en Chile, que apenas marca unos cuantos gramos al año per cápita, se explica por el desconocimiento, la falta de una cultura respecto de su consumo y el valor que tiene este alimento en los mercados, lo que –aseguran los especialistas- tiene que ver con los costos de producción. En Estados Unidos, por ejemplo, se consume en los segmentos más altos de la sociedad, “aquellos que quieren comer sano y saben de sus propiedades”, comentan los científicos. 

COMIDA DE INDIOS 

El investigador de la Universidad del Altiplano, de Puno, Ángel Mujica, señala categórico: “La gente la despreciaba y decía: esta es comida de cholos, comida de pobres, comida de indios. Ahora se ha revalorizado y sabemos que tenemos el mejor alimento del mundo”. En su exposición en el Congreso, señaló que su trabajo es “sobre el mejoramiento genético de la Quinua, cómo obtener nuevas variedades, a partir de progenitores con características excepcionales, para adaptación a diferentes condiciones agroecológicas que desean los agricultores y también los consumidores. La Quinua es capaz de crecer con menos cuatro grados de temperatura y hasta 38 grados celcius. Además, en el mundo -hoy en día- hay miles de variedades”, agrega. 

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Los investigadores han abordado diversos aspectos respecto del cultivo de este súper alimento ancestral, generando gran conocimiento sobre sus características. Carla Colque-Little, investigadora boliviana, nos comenta: “Estoy haciendo un doctorado sobre las enfermedades de la Quinua, en Copenhague, con financiamiento boliviano. Estoy viendo cómo se manifiestan en las hojas; qué síntomas tienen, cómo se les puede identificar en laboratorio y con los últimos métodos moleculares. Estoy viendo su resistencia al “mildiu” (una especie de hongo que ataca las semillas), que es la enfermedad más importante”. 

“La hemos visto crecer –agrega- en lugares completamente marginales; hace poco estuvimos en Arabia Saudita y la vimos crecer en medio de la arena, con una precipitación mínima; es un cultivo increíble, pero tiene enfermedades y estas se concentran en las semillas”. 

SABERES ANCESTRALES

El VII Congreso de la Quinua y Otros Granos Andinos, incorporó por primera vez los saberes ancestrales, como parte fundamental del conocimiento sobre estos alimentos. La agrónoma boliviana Dora Tambo Laime, quien viajó desde La Paz para compartir los saberes heredados de sus padres y abuelos, enfatizó el valor de la innovación tecnológica junto con el conocimiento que viene legado a través de las generaciones. Habló sobre los bioindicadores como las yerbas, la luna y la presencia de insectos, invitando a los agricultores a no tener miedo de comunicarse y preguntar sobre sus inquietudes.

Wuilber Machaca, agricultor de Puno, señaló que “en nuestro mundo andino, la vida es lo más importante para nosotros y como parte de la Pachamama todos tienen su vida; yo he venido a exponer todo lo que son los saberes y conocimientos ancestrales sobre este cultivo que tenemos en la comunidad de Huancarani, en Puno”. 

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El pueblo mapuche también estuvo representado con Gabriel Curilef, productor de la región de La Araucanía y técnico de la Corporación de Desarrollo Kom Kelluhayin (“todos nos ayudamos”, en mapuzungun), quien se dedica al cultivo de este grano estrella con manejo tradicional. El agricultor comentó que junto a su familia conformaron la cooperativa We Mapu, con la que procuran recuperar semillas y están fuertemente marcados por un sello ético de calidad. “Mantenemos los conocimiento tradicionales, respetamos los ciclos naturales e incorporamos nuevas tecnologías, pero aseguramos un alimento sano. Yo doy mi palabra que la Quinua que vendemos no contiene químicos”, resaltó. 


DÍA DE CAMPO PARA CONOCER LOS CULTIVOS DE QUINUA DE TARAPACÁ

Con el Día de Campo, jornada en terreno para conocer cultivos en parcelas demostrativas en Huara y Colchane, culminó el VII Congreso Mundial de la Quinua y otros Granos Andinos, cuyas conferencias se realizaron en Iquique y que congregaron a más de medio millar de participantes entre expositores, productores, investigadores y asistentes, provenientes de 22 países para participar en el encuentro internacional. 

El sector de Bajo Soga, al interior de Huara, recibió a más de 150 participantes de la cita mundial, quienes llegaron para conocer el desarrollo del llamado “grano de oro” en el desierto más árido del mundo, específicamente en zonas de pampa y altiplano, a lo que se sumaron recorridos patrimoniales. 

Agradecimientos: a la periodista Daniela Oñate, por su información y disposición para realizar este reportaje

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