Un maestro a la antigua, generoso y apasionado por la cultura nortina. Se consideraba un hombre del norte. Nació en Pedro de Valdivia, vivió su niñez en Pica y su juventud en Iquique. En Santiago estudió Artes Plásticas en la Universidad de Chile, también arqueología, pero no se tituló. Desde 1974 habitó Arica, su segunda patria. Hasta los 70 años trabajó en la Universidad de Tarapacá. Precisamente el año 2010 dejó su apasionante quehacer como investigador en el Museo de San Miguel de Azapa, para volver a sus raíces al interior de Iquique.
Parientes de las líneas de Nazca, en Perú, los geoglifos de Ariquilda tienen sus días contados debido al desconocimiento y la desaprensión de conductores que se aventuran a recorrer la pampa. Ubicados en una explanada, difícil de divisar, salvo desde el aire, han sufrido el deterioro por el paso de vehículos desde hace mucho tiempo. Es hora de ponerle atajo a la destrucción.
Desde los inicios de la humanidad, símbolos, divinidades y conceptos se han representado a través de distintas expresiones, como el arte rupestre, figurillas de distintos materiales y la decoración de cerámicas y textiles, entre otros medios. Estas representaciones se asociaban a identidades locales y, en algunos casos, reflejaban el estatus social de una persona. Sin embargo, para el caso concreto de Guatacondo, las investigaciones arqueológicas no han demostrado la presencia de una desigualdad social significativa.
Ninguno de los inmuebles que construyó cuentan con protección patrimonial
Treinta y tres humedales urbanos tendrán la categoría de sitios protegidos, de acuerdo a la convención Ramsar y fueron seleccionados principalmente por factores ambientales y sociales. Es decir, que presenten altos niveles de amenazas al ecosistema, que sean hábitat de especies de flora y fauna amenazadas, endémicas o migratorias y también que sean áreas de relevancia cultural, social y turística.
El grupo de investigadores en el ámbito de la arquitectura plantean la necesidad de elevar su protección patrimonial a Categoría Histórica de Monumentos Nacionales, e incluir una amortiguación o ampliación de la Zona de Conservación propuesta, que bien podría considerar su extensión incluyendo al antiguo Hospital de Beneficencia, de gran valor patrimonial también.
Aunque todos los viajeros se dirigen a Cuzco y Machu Pichu, como un peregrinaje que se debe hacer alguna vez en la vida, hay otros lugares tan interesantes y fascinantes en Perú, que vale la pena conocer. Chavín de Huántar, un complejo arqueológico construido por la cultura chavín, hace más de 2200 años, corona las imponentes montañas del departamento de Áncash, y debe ser -sin duda- un lugar para anotar en los futuros viajes al vecino país.
Aunque a todos nos enseñaron en el colegio que el pueblo chango se extinguió hace cientos de años, el reciente reconocimiento por ley de su existencia vino a cambiar un paradigma que se había sostenido por décadas. Una serie de investigaciones y artículos de prensa han mantenido el debate en torno del tema. Aquí va una muestra de los argumentos a favor y en contra de la tesis que triunfó en la Cámara de Diputados.
Un grupo de investigadores de la Universidad Bernardo O'Higgins, encabezados por Soledad González Díaz, viene recorriendo la región desde hace varios años para resumir -de alguna manera- 12 mil años de historia. Y, a través de un enfoque de “Big History”, prepara un material que dará cuenta de los procesos que hemos vivido en todo este tiempo, más allá del dato o del héroe de turno.
Con la respuesta afirmativa de la UNESCO, en mayo del 2020, de que el Expediente “Asentamientos y Momificación Artificial de la cultura Chinchorro” y la confirmación de que había sido recibido sin observaciones, el proceso de postulación de esta cultura como Patrimonio Mundial avanza sin tropiezos. Desde hace varios años, la postulación de la Cultura Chinchorro como Patrimonio Mundial de la UNESCO ha relevado la importancia de este bien patrimonial más allá de las fronteras regionales.
Al primer golpe de vista, sobrecogen. Para muchos se trata de un encuentro con el pasado. Un viaje al año 1.500 dC, que se presenta ante los ojos del espectador en la figura de uno de los “Niños del Llullaillaco”, que se pueden observar en uno de los subterráneos del Museo de Alta Montaña de Salta, en una sala de criopreservación. A veintiún años del hallazgo que conmovió a la ciencia en el mundo entero, es oportuno conocer un poco más de esta historia.
Una cifra y un asombro: Chile tiene la mayor densidad de geoglifos del mundo y el 90% de ellos se ubican en nuestra Región. Mensajes de nuestros antepasados que requieren de conocimiento y preservación y que, en el caso de Pintados, aspiran a adquirir la categoría de Patrimonio Mundial de la Humanidad, en cuya postulación está trabajando la Fundación Geoglifos de Tarapacá. Es un camino largo, pero que vale la pena recorrer.