La ONU alcanza un acuerdo para garantizar el uso sostenible de la BIODIVERSIDAD OCEÁNICA

Tras largos años de negociaciones sobre el mar, debido a múltiples desacuerdos sobre el lenguaje a utilizar, el financiamiento y los derechos de los países en aguas no territoriales, se firmó en la Naciones Unidas el primer acuerdo sobre los océanos para proteger la biodiversidad en alta mar, y regular la pesca en esas aguas, el turismo y sobre todo la minería submarina.

Ciencia y Medio Ambiente11/04/2023
Pesca 1
Hasta ahora, la pesca en alta mar estaba al margen de la regulación internacional. Por esta razón el acuerdo es considerado como histórico.

En la actualidad, la pesca, el transporte marítimo, el turismo y la protección oceánica están controlados por unas 20 organizaciones en todo el mundo. Sin embargo, sus regulaciones sólo se aplican a una distancia de 370 kilómetros de la costa.

Tras cinco rondas de conversaciones y 15 años de debate, los negociadores de más de 100 Estados miembros de la Organización de las Naciones Unidas, ONU, llegaron a un acuerdo legal vinculante para conservar y garantizar el uso sostenible de la biodiversidad oceánica. 

En la actualidad, la pesca, el transporte marítimo, el turismo y la protección oceánica están controlados por unas 20 organizaciones en todo el mundo. Sin embargo, sus regulaciones sólo se aplican a una distancia de 370 kilómetros de la costa. Después, comienzan las aguas internacionales y los Estados no tienen poder de decisión sobre ellas. Y aunque la altamar constituye más de la mitad de la superficie de la Tierra y el 61 por ciento de todos los océanos, sólo el uno por ciento de las aguas internacionales está bajo protección.

El consenso llegó tras una maratoniana ronda de negociaciones que arrancó el pasado 20 de febrero, con más de 35 horas seguidas de discusiones, para limar las últimas diferencias. Entre otras cosas, el texto sienta las bases para el establecimiento de zonas marinas protegidas, lo que debe facilitar que se cumpla la promesa internacional de salvaguardar al menos el 30 % de los océanos para el año 2030.

HISTÓRICO

Pesca 2

El texto sienta las bases para el establecimiento de zonas marinas protegidas y salvaguardar el 30 % de los océanos para el año 2030.

El acuerdo, en gran medida, depende de la ratificación de cada Estado, también de los que tendrán que modificar sus leyes para implementarlo, advirtió Minna Epps, jefa de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (IUCN, por sus siglas en inglés). “Pero sigue siendo un acuerdo histórico”, pidiendo que se ratifique “lo antes posible”.

Arlo Hemphill, activista defensor de los océanos en Greenpeace USA, dijo que el tratado es “el acuerdo de conservación más grande en la historia del mundo” y agregó que “es lo mínimo que los científicos han dicho que necesitamos para evitar el colapso de los ecosistemas en los océanos, nuestro mayor recurso compartido y la base de la vida en este planeta”.

Los océanos no solo son importantes para turistas y pescadores, también son necesarios para la elaboración de productos básicos e incluso de medicamentos como analgésicos y otros para tratar la leucemia. Los científicos ven en el mar un enorme potencial para el tratamiento de enfermedades.

Más de la mitad de la cantidad total de oxígeno en nuestra atmósfera la originan criaturas en el océano. Al mismo tiempo, los océanos almacenan 50 veces más dióxido de carbono que el que se encuentra actualmente en nuestra atmósfera. Cuanto más se calientan los océanos, menos CO2 pueden almacenar y menos pueden proteger al planeta de eventos climáticos aún más extremos.

MAR EN PELIGRO

Si la temperatura sigue aumentando al ritmo actual, los científicos creen que muchos mariscos, como los mejillones y los caracoles, no sobrevivirán a la acidificación de los océanos. Si aumenta el contenido de CO2 en el agua de mar, cambia el nivel de PH en el agua. Y la creciente acidez dificulta la creación de las conchas calcáreas de los animales. Esto desequilibra biosferas enteras y podría amenazar sectores económicos enteros, como la cría de ostras y mejillones.

El aumento de las temperaturas en la atmósfera, provocado por la quema de carbón, petróleo y gas, también cambia las corrientes oceánicas a medida que el agua se calienta. Esto puede significar la muerte de muchas criaturas, como los corales.

Si nada cambia, la mitad de todos los habitantes del mar estarán en peligro crítico a finales de este siglo, según estimaciones de la UNESCO. Esto significa que tenemos que usar los mares de manera que no los dañemos o solo en la medida en que puedan regenerarse por sí solos.

Por ejemplo, cada año, tiramos 10 millones de toneladas de pescado, debido a malas prácticas de pesca y procesamiento, que podrían llenar más de 4.500 piscinas. Esto podría prevenirse, disminuyendo así la presión sobre nuestros océanos.

Pesca 8

Si nada cambia, la mitad de todos los habitantes del mar estarán en peligro crítico a finales de este siglo, según estimaciones de la UNESCO.



“El barco ha llegado a la costa”

Pesca 4

Se espera que las flotas pesqueras chinas, que han sido denunciadas por sus malas prácticas, se sometan a esta nueva regulación.

“El barco ha llegado a la costa”, anunció la presidenta de las negociaciones, una agotada Rena Lee, para confirmar que finalmente había un consenso sobre el documento, una noticia recibida con una gran ovación por las delegaciones reunidas en la sede de Naciones unidas.

La adopción formal del tratado, sin embargo, tendrá que esperar algo más, hasta que un grupo de técnicos garantice la uniformidad de los términos utilizados en él y se traduzca a los seis idiomas oficiales de la ONU,  tras lo cual deberá ser ratificado por los diferentes países antes de su entrada en vigor.

Algunos, entre ellos Rusia, dejaron sin embargo la puerta abierta a reabrir alguna cuestión debido a que no habían podido revisar con detalle algunos puntos por las duras condiciones de las horas finales de la negociación y el hecho de que algunos de sus expertos ya habían dejado Nueva York.

Las organizaciones ecologistas, muy presentes en todo el proceso, han presionado a los Gobiernos para cerrar un tratado sólido y ambicioso, que ven como una oportunidad única de proteger los océanos. Por otro lado, la Unión Europea se ha comprometido, además, a ayudar a los países en desarrollo en su implementación.

Con este objetivo, Bruselas se ha comprometido a contribuir con 40 millones de euros como parte del Programa Global de los Océanos y ha invitado a otros miembros de la Coalición de Alta Ambición, 52 países de todo el mundo que cooperan en la materia, a contribuir también dentro de su capacidad.

La UE anunció el 2 de marzo, en el marco de la Conferencia Nuestro Océano organizada por la ONU en Panamá, inversiones por más de 800 millones de euros para la conservación de los mares que financiarán, entre otras iniciativas, acciones para la protección de la diversidad marina en África o para compartir con América Latina y el Caribe los datos recogidos por el sistema de satélites comunitario Copérnico.



La minería en el fondo de los 

mares, una de las nuevas amenazas


La contaminación, el cambio climático y las nuevas tecnologías que abren la puerta a la minería en el fondo de los mares y a una pesca más intensiva son -según los expertos- las principales amenazas para la altamar, que supone dos tercios del total de los océanos.

Pese a su enorme importancia para el planeta, hasta ahora estas aguas situadas a más 200 millas marinas de la costa y que son compartidas por todos los países han estado gestionadas bajo una serie de acuerdos y organismos internacionales sin una jurisdicción clara, sin demasiada coordinación y con unas normas inadecuadas para su protección.

El nuevo tratado se establecerá en el marco de la ya existente Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar y busca “asegurar la conservación y el uso sostenible de la diversidad biológica marina de las zonas situadas fuera de la jurisdicción nacional”.

Entre los asuntos que sólo lograron resolverse a última hora destacó la fractura Norte y Sur sobre cómo compartir los beneficios del mar, especialmente todo lo relativo a los recursos genéticos marinos -especies que pueden proporcionar genes patentables en el futuro, por ejemplo, para su uso en medicina-.

En esa cuestión chocaban los intereses de algunos países ricos, que son los que tienen más capacidad para aprovechar esos avances, y los del mundo en vías de desarrollo, que teme verse excluidos.

Pesca 5

La pesca de arrastre, que no discrimina especies ni volumen de captura, también debería cambiar sus prácticas tras este acuerdo de la ONU.

Te puede interesar
naturaleza 1

En la naturaleza salvaje: por una interacción cuidadosa y armoniosa con los espacios humanos

Bastian Gygli (*)
Ciencia y Medio Ambiente02/11/2024

Los humanos somos naturaleza, estamos íntima y directamente relacionada con ella a través del agua que bebemos, lo que comemos, los materiales que usamos para construir nuestras casas y manufacturar nuestra tecnología. A pesar de esto, hemos creado una línea divisoria entre nosotros y lo “natural”, eso que pertenece al mundo salvaje, lejos de las comodidades de los espacios humanos, como las ciudades. Esa línea ha marcado nuestra historia reciente, donde tal vez en el siglo XX fue donde más nos hemos alejado y desconectado de estos espacios prístinos.

Salar surire 1

El Salar de Surire: Historia climática y ambiental de un tesoro natural en las alturas de Chile

Ignacio Jara Parra (*)
Ciencia y Medio Ambiente27/10/2024

En los Andes del extremo norte de Chile, a más de cuatro mil metros de altura, se encuentra un paisaje que pareciera venir de otro planeta: el Salar de Surire. Este majestuoso depósito de sal de miles de hectáreas, declarado Monumento Natural en 1983, es un oasis de vida en medio del paisaje árido de la región de Arica y Parinacota. Además de su belleza, esconde una milenaria historia climática y ambiental. Para explorar el salar y descubrir pistas sobre su origen y evolución en el tiempo, estuvimos trabajando en terreno con un grupo de estudiantes del Departamento de Ciencias Históricas y Geográficas de la Universidad de Tarapacá.

BORDE COSTERO

Erosión costera: fenómeno multifactorial que pone en riesgo las playas chilenas

Valentina Alegría Flores
Ciencia y Medio Ambiente23/09/2024

Diversos estudios evidencian el retroceso en las líneas de las costas chilenas, lo que a futuro implicará la desaparición de algunas playas a causa de la erosión. Si bien una de las variables es natural, a raíz del cambio climático, este fenómeno también comprende la acción humana debido a la construcción y contaminación de los territorios cercanos. Los académicos de la Universidad de Chile, Ignacio Ibarra y Felipe Ochoa, explican las principales causas de esta problemática y proponen medidas para mitigar sus efectos.

3 Muralla colegio

Desarrollo local, conservación patrimonial y cuidado de las rompientes en el Desierto de Atacama parte 2

Bosco González Jiménez (*)
Ciencia y Medio Ambiente31/07/2024

Existe una creencia bastante difundida que vincula al Surfing con el elitismo y una cierta segregación social respecto del acceso a su práctica. Quizás esto pudo ser así décadas atrás, pero lejos de ser una realidad en la actualidad, se ha impuesto de facto una práctica bastante masiva que incorpora, en algunos lugares del mundo, dinámicas comunitarias, medioambientales y de reanimación socioeconómica en su desarrollo. Esta es la segunda parte y final de este interesante artículo.

Lo más visto
Portada Horizontal para TI

Revista Tarapacá Insitu Edición 67

Ediciones Insitu10/11/2024

La tragedia que supone la destrucción de la Parroquia de San Antonio de Padua debe ser un recordatorio urgente de la fragilidad del patrimonio y de la necesidad de actuar antes de que sea demasiado tarde. Esta pérdida no debe quedar en vano. 03-05

IMG_9633

A propósito de un incendio: Patrimonio de Tarapacá, riesgos y reflexiones pendientes

Bernardo Dinamarca (*) y Jenniffer Quiroz (**)
Arquitectura y Patrimonio15/11/2024

El incendio que afectó a la Iglesia de San Antonio de Padua de la orden franciscana de Iquique sólo fue el epílogo de la tragedia de despreocupación y desvalorización generalizada del Patrimonio de Tarapacá, que sigue desapareciendo sin mediar un conjunto de acciones mínimas necesarias para prevenir, en este caso el alto riesgo de incendio que está a la vuelta de cada esquina de la arquitectura de madera de la ciudad de Iquique.