
Este orgullo que tengo: arte popular y lucha LGBTQ en Chile por el poder interpretativo
Arte y Cultura21/01/2025Exposición en el Museo Regional de Iquique hasta el 2 de marzo 2025
Por fin el jurado miró hacia el Norte Grande y puso sus ojos en un obrero de la palabra. Hernán Rivera Letelier es una mezcla de ángel y duende, que “armado de una ardiente paciencia”, se puso y dispuso a contar la epopeya del desierto y su pueblo.
Arte y Cultura05/10/2022 Jaime Ceballos Sanquea (*)“Pinta tu aldea y pintarás el mundo”
(León Tolstoi)
“…ha habido en la literatura
una tendencia a apelar cada vez más a los ojos,
y cada vez menos al oído”
(Oscar Wilde)
Por fin el jurado miró hacia el Norte Grande y puso sus ojos en un obrero de la palabra. Hernán Rivera Letelier es una mezcla de ángel y duende, que “armado de una ardiente paciencia”, se puso y dispuso a contar la epopeya del desierto y su pueblo.
Si bien el fallo -era que no- no fue unánime, la mayoría acordó otorgarle el Premio Nacional de Literatura año 2022 “por su capacidad de retratar y poner en valor el imaginario e identidad del norte de Chile y la del patrimonio de su territorio y de su gente con un estilo único, proyectándose como un gran contador de historias”.
Agregando, además, que “su obra es ampliamente reconocida tanto a nivel nacional como internacional y que, a través de ella, ha logrado promover masivamente la lectura en sectores transversales de la población”.
Para un narrador, el principal desafío es encontrar un tema y la forma de abordarlo. En Rivera Letelier la pampa es el tema, qué duda cabe, lo que ya es un mérito. En tanto su escritura rescata del olvido, un territorio anexado como resultado de una guerra y, por lo mismo, nunca bien conocido ni bien valorado. Pero siempre tratado como un apéndice; una tierra de malquerer a la que sólo se viene a “ganar buena plata”, por lo menos era lo que prometían los enganchadores, y después marcharse.
Aún ahora, el desierto pampino es visto como una anomalía. Una especie de no lugar o de lugar a medias. No puede ser, repiten los afuerinos, que estas peladeras sean “normales”, no puede ser que no haya algo verde, un poco de vida siquiera en estos páramos calcinados por un sol inclemente.
El mérito de Rivera Letelier es instalar la cultura pampina en el imaginario nacional, mostrar el paisaje fantástico y doloroso del desierto y su gente.
El mérito de Rivera Letelier es instalar la cultura pampina en el imaginario nacional, mostrar el paisaje fantástico y doloroso del desierto y su gente, retomando así lo que se ha dado en llamar la Novela del Salitre (véase nombres como Juanito Zola, Baldomero Lillo y Volodia Teitelboim, entre otros), pero ahora, contada desde dentro, por uno de los nuestros.
En todos sus libros encontramos historias íntimas, que retratan la sencilla humanidad de los hombres y mujeres de la pampa, sus vicisitudes y afanes por dignificar sus vidas, matizadas por momentos de alegría y jolgorio, con que sobrellevan la pesadez de su explotada existencia. Por lo mismo, Hernán Rivera no se queda en la anécdota simpática y doméstica, paralelamente hace una dura crítica social y denuncia el sistema abusador instalado por el capital foráneo y su aliado estatal. Lo que tristemente deviene, en la clásica dinámica de protesta y represión y el consiguiente reguero de obreros muertos. (Alguien dijo que, para contar la historia del Norte Salitrero, hay que partir contando nuestros muertos).
El autor de La Reina Isabel cantaba Rancheras (1994), Fatamorgana de amor con banda de música (1998), Los trenes se van al Purgatorio (2000) y Santa María de las flores negras (2002), por nombrar algunas de sus novelas más emblemáticas, es el único que puede develarnos la intrahistoria de un mundo negado y subvalorado, puesto que él mismo es ese personaje devenido en autor y viceversa.
El mayor mérito y aporte literario, a mi modo de ver, es su forma escritural. Si bien cierta “crítica especializada” y centralista, le ha sido adversa, (en algunos casos reducida, lisa y llanamente, a verdaderos ataques personales) enrostrándole que sus personajes están débilmente construidos, que han sido reducidos a estereotipos intrascendentes o que su lenguaje es de un barroquismo insufrible y rebuscado.
Creo, sin embargo, que esta crítica olvida que el gran personaje en la obra de Hernán Rivera, es la pampa salitrera. Y esta, indiscutiblemente, ha sido representada como nadie lo ha hecho antes, con toda su poesía desgarradora. A veces dulce y tierna, otras socialmente trágica o existencialmente amarga. Los personajes están representados en trazos gruesos pero significativos, que definen su rol y su personalidad al servicio de la historia.
Ni qué decir los nombres de sus personajes. Como sabemos, el nombre es una especie de sello de identidad, una tarjeta de presentación, y en esto Rivera es un maestro. (Pruebas al canto: Golondrina del Rosario, Bello Sandalio, Rosalino del Valle, Madame Lubertina, Cantalicio del Carmen, etc.)
“Su exuberante lenguaje y adjetivación incansable, tiene la clara intención de levantar el polvo mágico de las palabras, cual remolino en medio de la pampa”.
Como ya he dicho, junto con encontrar un tema, el desafío mayor es descubrir un modo de abordarlo. Ahí está su exuberante lenguaje y adjetivación incansable, que tiene la clara intención de levantar el polvo mágico de las palabras, cual remolino en medio de la pampa. Rivera Letelier, no olvidemos, empezó de poeta y se ha negado a abandonar este rol. Él mismo lo ha confesado: Ahora escribo poesía para el lado.
Efectivamente, un lector atento, sentirá en sus historias la sonoridad de los vocablos y el placer acústico de las palabras. La prosa también puede ser poética y Rivera Letelier lo sabe. Por ello, con afán de picapedrero, busca incansable la veta musical del lenguaje. Al mismo tiempo, ha mostrado un manifiesto interés por rescatar palabras del olvido. A él le debemos bellos anacronismos cargados de sentido poético, traídos de vuelta al presente.
Les invito a leer en voz alta este texto de “Fatamorgana de amor con banda de música”, donde Cantalicio del Carmen, vestido de diablo, baila enloquecido de dolor ante la pérdida de su hijo:
Este es el imán que atrae a sus lectores, este su personalísimo modo de escribir, que lo ha consagrado como un auténtico contador de historias. Rivera Letelier ha dedicado su vida al oficio de escribir. De ello dan cuentas sus 25 libros publicados y sus incontables reediciones, la traducción de su obra a 21 idiomas y los miles de lectores que tiene diseminados por el mundo.
Hernán Rivera, es sin lugar a dudas, un hombre que se hizo así mismo. Tenía casi todo en contra, pero tenía y tiene, una gran cosa a su favor: su inquebrantable fe en sí mismo. Cuando descubrió la literatura, se agarró a ella “con dientes y muelas” y nunca más la dejó partir. Ciertamente, en su largo caminar hubo gente buena que le tendió una mano, le acercó buenos libros y también buena conversa. Entre esos, aunque sea injusto, nombro sólo a uno: Sergio Gaytán Marambio.
A Hernán lo conozco desde hace cuarenta años. Lo he visto escribir a mano, después a máquina y luego en computador. Lo he oído hablar con pasión de la pasión de escribir. Lo he visto cavilar y dejarse embarazar por las palabras. Finalmente, lo he visto encerrarse en su “sala de parto” y parir historias llenas de sol y de sangre, como quien reparte hijos por la tierra.
La reina ha muerto, larga vida al rey.
(*) Poeta y profesor. Iquique, 12 de septiembre de 2022
Exposición en el Museo Regional de Iquique hasta el 2 de marzo 2025
A casi 4 mil metros sobre el nivel del mar, que se sienten a cada paso, en la localidad de Mauque, se desarrolló una fiesta que permite conocer la cultura de una comunidad aislada del resto del país.
Se recibieron fotografías de 13 regiones del país y destacó una mayor participación de las regiones Metropolitana, Los Ríos, Valparaíso y Magallanes y la Antártica Chilena.
La ceremonia de entrega a la comunidad de esta obra estuvo encabezada por el alcalde Mauricio Soria Macchiavello y el concejal Domingo Campodónico Saluzzi quienes estuvieron acompañados por familiares de Carlos González Rodríguez.
Entre otras actividades se realizó una típica velada pampina en el teatro de Humberstone, con la presentación de números artísticos de las agrupaciones, para cerrar con la Obra de Teatro “Los espectros de Nebraska". La noche concluyó con un baile en el que participaron las distintas agrupaciones pampinas.
El sábado 30 de noviembre, la Plaza 21 de Mayo vibró al ritmo de la música en el Encuentro de Orquestas “Tarapacá mi inspiración”, un homenaje organizado por la Fundación de Orquestas Juveniles e Infantiles para celebrar el legado del destacado músico iquiqueño.
Más de mil invaluables caracolas recolectadas y entregadas por el Premio Nobel al plantel en 1954 son las protagonistas de esta nueva muestra disponible en la Sala Museo Gabriela Mistral de la Casa Central. Mediante diversos elementos artísticos, visuales y sonoros, la exposición aborda temáticas como el coleccionismo de especies biológicas, la riqueza del mundo de los moluscos y las problemáticas medioambientales.
Instalaciones robóticas, esculturas mecatrónicas, entornos sensoriales inmersivos, proyectos interactivos, visualizaciones de datos, tecnoperformance, piezas generativas y vida artificial: por fin, estas y muchas otras prácticas artístico-tecnológicas comenzaron a ganar protagonismo en las narrativas hegemónicas del arte contemporáneo.
Las participantes se unieron para desarrollar un lienzo colectivo adornado con prendas como sostenes las cuales ellas mismas bordaron, simbolizando la lucha y la resistencia ante esta enfermedad que en el país cada día cobra la vida de 3 a 4 mujeres, convirtiéndose en la primera causa de muerte en población femenina en Chile.
Proyecto organizado por la Compañía de Teatro Antifaz y financiado por el Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio, a través del Programa de Apoyo a Organizaciones Culturales Colaboradoras, Convocatoria 2023; Fondo Nacional de Fomento y Desarrollo de las Artes Escénicas, Línea Festivales y Encuentros de Trayectoria, Convocatoria 2024; Ley de Donaciones Culturales; Gobierno Regional de Tarapacá junto al Consejo Regional de Tarapacá, a través del 8% del Fondo Nacional de Desarrollo Regional de Cultura 2024 y Compañía Minera Doña Inés de Collahuasi.
El Museo Regional de Iquique (MRI) es el escenario de “Miradas de colección: Barros Cruzados”, un proyecto de arte prehispánico y contemporáneo en Tarapacá, que surge como una propuesta de curaduría en arte y educación a desarrollar anualmente en esta institución cultural.
Proyecto organizado por la Compañía de Teatro Antifaz y financiado por el Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio, a través del Programa de Apoyo a Organizaciones Culturales Colaboradoras, Convocatoria 2023; Fondo Nacional de Fomento y Desarrollo de las Artes Escénicas, Línea Festivales y Encuentros de Trayectoria, Convocatoria 2024; Ley de Donaciones Culturales; Gobierno Regional de Tarapacá junto al Consejo Regional de Tarapacá, a través del 8% del Fondo Nacional de Desarrollo Regional de Cultura 2024 y Compañía Minera Doña Inés de Collahuasi.
A casi 4 mil metros sobre el nivel del mar, que se sienten a cada paso, en la localidad de Mauque, se desarrolló una fiesta que permite conocer la cultura de una comunidad aislada del resto del país.
Exposición en el Museo Regional de Iquique hasta el 2 de marzo 2025
Chile se ha comprometido en alcanzar su meta de carbono neutralidad a más tardar en el año 2050. Para lograrlo se ha propuesto metas de miles de hectáreas de restauración, manejo y forestación de bosques.
Imagina una cancha de futbol y ubícala bajo el mar, cerca de la orilla. El pasto de la cancha es tan largo que casi toca la superficie, moviéndose al vaivén de las olas, y entre sus hojas viven organismos marinos como jaibas, ostiones, peces, incluso tortugas. Ahora imagina que estás parado en el borde de esta cancha submarina y miras su extensión: verás que hay al menos 200 canchas iguales, una junto a otra, un gran parche verde con una vida marina muy abundante y diversa. Puede sonar a ficción, pero estas “canchas” de pasto submarino existen en algunas zonas del norte de Chile.
En esta edición publicamos un pequeño resumen de algunos de nuestros primeros artículos. Un recuento de algunos proyectos que se quedaron en el camino, otros que marcaron historia y detalles inéditos de la riqueza cultural y patrimonial de nuestra región.