Este año publicó su segundo libro “Iconoclastas” por Editorial Navaja -sello editorial ubicado en Iquique-, el cual mediante las miradas de Michael, la abuela Graciela -o Quela- y Manríquez, amigo de Michael, relata y despierta la curiosidad crítica frente a las formas y dinámicas impuestas por los procesos y “tradiciones” heredadas en torno a la conformación del Estado Nación en la región de Tarapacá.
Arte y Cultura21/10/2024 Valentina Camilla Araya
Tarapacá Insitu conversó con Francisca sobre su última publicación, las reflexiones en torno al hacer vida fuera de la región y la conexión latente que marca la identidad de quienes se conmueven por los tonos cafés del desierto, su gente, las mixturas y el paso del tiempo.
Periodista y Magíster en Comunicación Política, llega a Iquique el mismo año de su nacimiento y pasa su adolescencia en Alto Hospicio. Se instala en Santiago el 2007 para iniciar sus estudios universitarios, radicándose en la capital hasta hoy, pero siempre volviendo a las memorias hospicianas, el desierto y la vida entre el cerro y el mar a través de sus relatos y conversaciones.
En el año 2016 publicó el libro “Iquique Glorioso: Crónicas de la Tierra de Campeones”.
Su paso por la universidad fue vital en el desarrollo de la escritura, los libros, las formas de observar y la nostalgia activa por el norte.“Empecé a estar en la capital, llena de cosas que en Iquique en ese momento no estaban pasando -y que ahora, me alegro sí, estén pasando- hay una movida cultural más evidente y preponderante que podría decir que no estaba cuando yo vivía ahí o quizás sí estaba pero era más lejana a mi porque yo vivía en Alto Hospicio, era más chica, mis recursos culturales eran más escasos”.
Quedé como la niña de Alto Hospicio, siempre fue como un lugar desde donde me reconocían (...) Quizás fue la oportunidad de darse cuenta que no estaba mal decirlo.
Al conversar y preguntarle a Francisca sobre la influencia que tuvo el desplazarse desde Alto Hospicio a Santiago en un momento tan crucial del crecimiento como lo es el paso a la universidad, recuerda: “Había pasado lo del psicópata no hacía tanto tiempo en ese momento, menos de 10 años. Quedé como la niña de Alto Hospicio, siempre fue como un lugar desde donde me reconocían: “ah, esta niña es de tal parte” pero también creo que se fue convirtiendo en un punto de inflexión tipo: “yo soy de ahí, no soy de acá” porque mucha gente podría pensar que era más fácil decir que yo era de Iquique, que sí.. también... pero en ese momento era de Alto Hospicio. Quizás fue la oportunidad de darse cuenta que no estaba mal decirlo”.
Los estigmas latentes que dejó la prensa nacional de los 2000 en la memoria colectiva sobre Alto Hospicio, marcaron profundamente a generaciones de personas, siento un tópico recurrente al llegar a las conversaciones sobre los orígenes. “No sé si era capaz de rebatir el imaginario que había de Alto Hospicio, tipo “oye, pero no es solo eso, hay más que eso”. Sin duda que está atravesado por todas esas cosas pero no es lo único. Quizás eso mismo fue lo que me llevó a buscar otras formas de contar”.
Para este segundo libro, Francisca estuvo moviendo ideas y borradores desde el 2015 al 2024, donde pudo recopilar información y experiencias en la medida que se involucra con nuevos proyectos, otros territorios de la región, historias y personas locales que aportan a sus intereses en la búsqueda de esas otras formas de contar que se caracterizan por su cercanía y familiaridad natural en los detalles, los paisajes comunes-compartidos y los elementos clásicos distinguibles por los tarapaqueños.
Si bien están presentados de una forma más liviana en el relato, mi idea siempre fue problematizarlo.
Portada del libro Iconoclastas.
Al respecto, Francisca comenta: “Creo que efectivamente es un libro de anécdotas, pero eso no me parece mal. Lo que no me gustaría es que esas anécdotas se usen para romantizar ciertos acontecimientos que pasaron como la explosión de la fábrica Cardoen o los mismos hechos de racismo que viven los personajes del libro. Si bien están presentados de una forma más liviana en el relato, mi idea siempre fue problematizarlo”.
“Los personajes hablan desde un sentir poético, no necesariamente profundo, pero quizás acudí a eso como una forma de que fueran los mismos personajes que reflexionaran sobre lo que les estaba pasando”, concluye.
Mientras pasa el tiempo, los trabajos e ideas de Francisca se expanden y parecieran formar un ecosistema de todo lo que ha investigado y marcado su imaginario, realidad y nostalgia por el norte. Para titularse de periodista, realizó la tesis y luego publicó el libro “Iquique Glorioso: Crónicas de la Tierra de Campeones” (Ediciones Radio Universidad de Chile, 2016).
No sé si era capaz de rebatir el imaginario que había de Alto Hospicio (...). Sin duda que está atravesado por todas esas cosas pero no es lo único. Quizás eso mismo fue lo que me llevó a buscar otras formas de contar.
Es coautora de los libros “Afectos y efectos de una educación intercultural y antirracista. Experiencia en torno a la migración del Colegio República de Croacia de Iquique” y “¿Quién soy? Voces memoria e identidad de los niños y niñas de Alto Hospicio”, ambos del 2018. También es coeditora del libro “Violencia Político Sexual es terrorismo estatal. Aproximaciones desde la experiencia y la memoria contra la impunidad en Chile” (2023).
En complemento a la escritura, se encuentra trabajando en el documental “Un sueño en el desierto”, sobre la vida y legado del geógrafo Freddy Taberna. Además, lleva adelante un proyecto de arte textil llamado “Bordado de una herida abierta”, en memoria de las niñas y mujeres asesinadas en Alto Hospicio entre 1998 y 2001, donde borda sus rostros con cabellos de mujeres que lo han donado para ello. Una parte del proceso de esta obra fue exhibida en RUCO - Festival de Arte Contemporáneo en verano de 2021 y en la exposición “Mujeres Públicas” del Archivo Bello de la Universidad de Chile.
Hoy está escribiendo un compilado de cuentos sobre el norte y un poemario acerca del desierto. También puedes encontrar sus textos y entrevistas en la revista digital La Raza Cómica (@larazacomica).
En caso de que quieras adquirir un libro o conocer más sobre el trabajo de Francisca, puedes consultar su Instagram (@masomenosbiens) y las plataformas de Editorial Navaja (@editorialnavaja). Otra opción de contacto es mediante correo electrónico: [email protected].
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Proyecto organizado por la Compañía de Teatro Antifaz y financiado por el Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio, a través del Programa de Apoyo a Organizaciones Culturales Colaboradoras, Convocatoria 2023; Fondo Nacional de Fomento y Desarrollo de las Artes Escénicas, Línea Festivales y Encuentros de Trayectoria, Convocatoria 2024; Ley de Donaciones Culturales; Gobierno Regional de Tarapacá junto al Consejo Regional de Tarapacá, a través del 8% del Fondo Nacional de Desarrollo Regional de Cultura 2024 y Compañía Minera Doña Inés de Collahuasi.
Este 28 y 30 de septiembre el elenco se presentó en la Iglesia Sagrado Corazón de Jesús y en el Salón Principal de la Universidad de Tarapacá, sede La Tirana, respectivamente.
Se vivieron dos momentos especiales por el reconocimiento a dos músicos pampinos. Primero recibió el reconocimiento póstumo, Calatambo Albarracín, quien naciera en la Oficina Santa Laura. Luego, Fermín y Moisés Méndez Albarracín, sobrinos del cantor nortino y pampino.
Juan Podestá Barnao escribe y escribe. Y lee, claro. Un escritor es, antes que todo, un lector compulsivo. No podría ser de otro modo. Toda la vida no alcanza para vivir lo que otros han contado en los libros. En esta entrevista realizada por otro escritor y compañero de fechorías, nos muestra su lado más íntimo. Mientras escribe y bebe, ahora último, sólo agua.
Más de treinta sociedades de bailes religiosos participaron en la Octava de San Lorenzo en la Capilla Reconciliación, ubicada en Avenida Sotomayor. La celebración comenzó con el recorrido de la imagen del santo patrono por las calles del sector y continuó con el ingreso de los bailes, destacando la Diablada San Lorenzo.
El diablo es una figura presente en lo extenso de la historia del Norte Grande. Diablos los hay oscuros y de todos los colores y formas. Los diablos en el desierto han sido parte del paisaje traídos desde culturas tan distintas como los migrantes desde los valles del Norte Chico, pasando por los de Balcanes, hasta los del valle del Cauca.
En su segunda versión, organizada por el Centro Cultural La Inclusive, el festival contó con un total de 20 actividades gratuitas, las que se distribuyeron de la siguiente manera: 11 presentaciones en vivo; 5 talleres formativos, 2 conversatorios y 2 nuevas exposiciones, las que se desarrollaron en las dependencias del Museo Regional de Iquique.
A través de casi dos décadas de trabajo ininterrumpido, Rodolfo Andaur se ha transformado en un gestor clave de proyectos multidisciplinarios de arte a nivel local, nacional e internacional, que se enfocan en la reflexión y el análisis crítico de los territorios.
El béisbol en Iquique no es solo una disciplina deportiva: es un testimonio tangible de un ciclo histórico, del espíritu comunitario y de la identidad cultural asociada al deporte barrial y amateur de la ciudad. A lo largo de los años, esta práctica ha demostrado ser una plataforma de integración social positiva, reflejando las diversas influencias migratorias que han moldeado a Iquique.
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Estos eventos en el océano Austral tienen directa relación con el derretimiento de los glaciares y el aumento del nivel del mar a nivel global. En febrero de 2020, la temperatura en la bahía Fildes llegó a los 2,97°C.
La tragedia que supone la destrucción de la Parroquia de San Antonio de Padua debe ser un recordatorio urgente de la fragilidad del patrimonio y de la necesidad de actuar antes de que sea demasiado tarde. Esta pérdida no debe quedar en vano. 03-05
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El incendio que afectó a la Iglesia de San Antonio de Padua de la orden franciscana de Iquique sólo fue el epílogo de la tragedia de despreocupación y desvalorización generalizada del Patrimonio de Tarapacá, que sigue desapareciendo sin mediar un conjunto de acciones mínimas necesarias para prevenir, en este caso el alto riesgo de incendio que está a la vuelta de cada esquina de la arquitectura de madera de la ciudad de Iquique.
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