EFECTO PERIMETRAL: LA RAZÓN DE LA SINRAZÓN EN PISAGUA

La vieja y abandonada estación del ferrocarril salitrero de nuestra ciudad, se sacude de su modorra y –tras un acto de rebeldía- vuelve a mostrarse casi tan digna como en sus mejores tiempos, cuando ni soñaba con el olvido. Cuatro artistas iquiqueñas, contumaces y resueltas, han removido escombros y ahuyentado a los fantasmas que la habitan en forma permanente, para montar una muestra de arte contemporáneo: Efecto Perimetral.
Vania Caro, Catalina González, Juana Guerrero y María Inés Candia, conversaban sobre lo humano y lo humano (lo divino no acudió a la cita) y así descubrieron que Pisagua les inquietaba por igual. “En algunos momentos, antes de conocernos incluso, estábamos conectadas con Pisagua”, plantean a coro. Allí, se sabe, hubo violaciones a los derechos humanos en varias épocas, no sólo tras el golpe de Estado de 1973. “Los viajes a terreno, las investigaciones, los archivos, nos fueron ayudando a que cada una fuera direccionando su trabajo. Y al mismo tiempo se fue generando este vínculo, que nos permitió trabajar de manera colectiva”.
Para el curador de la muestra en la Semana de Arte Contemporáneo, SACO de Antofagasta, Rodolfo Andaur, “Pisagua es un pueblo erosionado por el viento y el mar; y al mismo tiempo esa erosión pasa a convertirse en una metáfora que ha sido construida desde una evocación colectiva acerca de una sociedad nortina que sistemáticamente ha negado su pasado”.
La memoria, agrega, “esa memoria afiebrada por la sequedad más absoluta, acompaña al puñado de pobladores que ahí sobreviven y que son enrostrados por un litoral que no es pacífico y en donde los recuerdos reconstituyen esas memorias que ya están manoseadas dentro de una comunidad que ya ha perdido sus vínculos sociales”.
Más adelante, señala que estas artistas “han revisado tanto la geografía como la memoria de estos acantilados. Ante esta premisa, la articulación de sus conceptos ha originado una estructura de trabajo que rompe con la clásica postal que otros han presentado sobre esta caleta. De esta forma, son ellas mismas las que han concebido este entorno natural y las vivencias de sus habitantes como una plataforma de reflexión para emprender un sinnúmero de dimensiones simbólicas, afectivas y espaciotemporales que colapsan ante un pasado inmodificable”.
En síntesis, termina en su presentación, “junto a estas imágenes de un pueblo convertido en una memoria baldía, las propuestas de estas artistas rozan diversas narrativas que han recorrido las cicatrices que señalan vilmente la determinación de su contexto. La visión de Efecto Perimetral nos confunde intencionalmente con otros objetos y sonidos que no solo apelan al concepto de ‘memoria’, sino que también a las dimensiones estéticas que envuelve el desierto y sus ramificaciones en la conformación del espacio social contemporáneo”.