
Este orgullo que tengo: arte popular y lucha LGBTQ en Chile por el poder interpretativo
Arte y Cultura21/01/2025Exposición en el Museo Regional de Iquique hasta el 2 de marzo 2025
¿Y San Lorenzo? El Lolito es otra cosa, dice el sociólogo Aníbal Valenzuela. En esta crónica destaca la consolidación del espacio público, que trae aparejada la fiesta, a través de una verdadera intervención de religiosidad popular urbana. Varias de las calles adornadas para la Carmelita vivieron el recambio de colores: del café y crema, al rojo y amarillo. Pero siempre respetando la máxima: julio es de la Chinita y agosto es del Lolo. Tradiciones son tradiciones.
Arte y Cultura04/09/2021 Aníbal ValenzuelaApenas agosto apareció en el calendario, el fanatismo por San Lorenzo del pueblo de Tarapacá se desató. Si la celebración en torno a la Chinita nos había parecido un desborde de fe y devoción, la celebración al Lolo o Lolito, como le llamamos familiarmente, superó todas las expectativas.
Se consolidó la ocupación del espacio público, a través de una verdadera intervención de religiosidad popular urbana. Varias de las calles adornadas para la Carmelita vivieron el recambio de colores: del café y crema, al rojo y amarillo, pero siempre respetando la máxima: julio es de la Chinita y agosto es del Lolo. Tradiciones son tradiciones.
“Ciertamente los devotos del Lolo tienen un sentido de la fiesta más extrovertido y por lo mismo las vísperas se celebraron como un gran año nuevo”.
Al igual que el año pasado, pero de una forma más acentuada, esta segunda celebración a San Lorenzo en contexto de pandemia Covid-19, nos permitió conocer cuáles son los barrios más devotos del Santo. Alguien me decía, en todas partes están celebrando al Lolo, pero claramente sus celebraciones se concentraron en los barrios antiguos de Iquique y en la franja poblacional.
Por lo mismo, las celebraciones se territorializaron y muchos barrios y cuadras organizaron sus propias fiestas en honor al Santo Patrón; los bailes religiosos volvieron a danzar en sus barrios de origen, ocupando plazas, calles y canchas; y los diablos sueltos (o rojos) se multiplicaron y danzaron sin descanso, aceptando cuanta invitación se les hizo.
La fiesta trae aparejada la consolidación del espacio público.
Una vecina se adelantaba a proyectar lo que podría pasar el próximo año y comentaba: “sería bonito que en cada barrio se celebrará la Octava del Lolito” (hasta ahora la Octava se celebra en el sector norte de Iquique y es organizada por la comunidad de San Lorenzo de la Reconciliación).
Ciertamente los devotos del Lolo tienen un sentido de la fiesta más extrovertido y por lo mismo las vísperas se celebraron como un gran año nuevo: bandas musicales en las calles (con bronces y percusión), con parrillas y cocimientos en las veredas, con bebestibles de todo tipo y, todo, en medio de bengalas y fuegos artificiales que hicieron arder la noche del 10 de agosto.
Las celebraciones se concentraron en los barrios antiguos de Iquique y en la franja poblacional.
Resulta interesante ver cómo estas tradiciones se van transmitiendo de generación en generación. En la población Caupolicán pude ver a un grupo de niños y niñas que en las vísperas sacaron una pequeña imagen en procesión, mientras lo paseaban, cada uno de ellos gritaba insistentemente: ¡Viva San Lorenzo!, ¡Viva el patrón de los pobres!, ¿A quién llevamos?, etc. Los adultos que respondían a cada una de estas exclamaciones observaban emocionados el paso de esta “mini” procesión.
Al igual que el año pasado la fiesta se desterritorializó y lo que no se pudo hacer en el pueblo de Tarapacá, sus devotos lo hicieron en todas las ciudades y pueblos de la región, porque al Lolito se le cumple, se esté, donde se esté. Fuimos testigos de las múltiples formas que ese “le cumplí” tomó, desde la tradicional entrega de camisetas, pulseras, recuerditos, calendarios, roscas, chocolates, calapurca, pelotas, naranjas; pasando por chumbeques, Cds, canapés, brochetas, etc. Resulta esperanzador ver las miles de muestras de generosidad y gratuidad que San Lorenzo suscita en sus devotos.
Resulta interesante ver cómo estas tradiciones se van transmitiendo de generación en generación.
También este año las celebraciones tuvieron un carácter híbrido: muchas comunidades y bailes religiosos realizaron sus actividades mezclando la presencialidad y la virtualidad. Llama mucho la atención la capacidad de adaptación de estos grupos de peregrinos que vieron en las aplicaciones y herramientas virtuales el medio para dar continuidad a algunas tradiciones de la fiesta.
Mucho de los que vimos en estos días de agosto me hizo recordar la definición de patrimonio de Guzmán (1981), “como un lugar de complicidad social, como el conjunto de relaciones y prácticas que los individuos y grupos humanos efectúan para construir y modificar el entorno y elaborar las formas de autorepresentación de la sociedad”.
No sólo asistimos a una muestra de patrimonio intangible que resalta algunos de los rasgos más esenciales de nuestra identidad, si no también que provoca un profundo encuentro social. Ciertamente en los barrios y poblaciones donde se celebró al Lolito en estos días los vecinos conversaron más, se encontraron, compartieron y la calle se convirtió en un espacio más seguro. Son los milagros que este año nos deja San Lorenzo, ya veremos lo que él nos tiene preparado para el 2022.
Exposición en el Museo Regional de Iquique hasta el 2 de marzo 2025
A casi 4 mil metros sobre el nivel del mar, que se sienten a cada paso, en la localidad de Mauque, se desarrolló una fiesta que permite conocer la cultura de una comunidad aislada del resto del país.
Se recibieron fotografías de 13 regiones del país y destacó una mayor participación de las regiones Metropolitana, Los Ríos, Valparaíso y Magallanes y la Antártica Chilena.
La ceremonia de entrega a la comunidad de esta obra estuvo encabezada por el alcalde Mauricio Soria Macchiavello y el concejal Domingo Campodónico Saluzzi quienes estuvieron acompañados por familiares de Carlos González Rodríguez.
Entre otras actividades se realizó una típica velada pampina en el teatro de Humberstone, con la presentación de números artísticos de las agrupaciones, para cerrar con la Obra de Teatro “Los espectros de Nebraska". La noche concluyó con un baile en el que participaron las distintas agrupaciones pampinas.
El sábado 30 de noviembre, la Plaza 21 de Mayo vibró al ritmo de la música en el Encuentro de Orquestas “Tarapacá mi inspiración”, un homenaje organizado por la Fundación de Orquestas Juveniles e Infantiles para celebrar el legado del destacado músico iquiqueño.
Más de mil invaluables caracolas recolectadas y entregadas por el Premio Nobel al plantel en 1954 son las protagonistas de esta nueva muestra disponible en la Sala Museo Gabriela Mistral de la Casa Central. Mediante diversos elementos artísticos, visuales y sonoros, la exposición aborda temáticas como el coleccionismo de especies biológicas, la riqueza del mundo de los moluscos y las problemáticas medioambientales.
Instalaciones robóticas, esculturas mecatrónicas, entornos sensoriales inmersivos, proyectos interactivos, visualizaciones de datos, tecnoperformance, piezas generativas y vida artificial: por fin, estas y muchas otras prácticas artístico-tecnológicas comenzaron a ganar protagonismo en las narrativas hegemónicas del arte contemporáneo.
Las participantes se unieron para desarrollar un lienzo colectivo adornado con prendas como sostenes las cuales ellas mismas bordaron, simbolizando la lucha y la resistencia ante esta enfermedad que en el país cada día cobra la vida de 3 a 4 mujeres, convirtiéndose en la primera causa de muerte en población femenina en Chile.
Proyecto organizado por la Compañía de Teatro Antifaz y financiado por el Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio, a través del Programa de Apoyo a Organizaciones Culturales Colaboradoras, Convocatoria 2023; Fondo Nacional de Fomento y Desarrollo de las Artes Escénicas, Línea Festivales y Encuentros de Trayectoria, Convocatoria 2024; Ley de Donaciones Culturales; Gobierno Regional de Tarapacá junto al Consejo Regional de Tarapacá, a través del 8% del Fondo Nacional de Desarrollo Regional de Cultura 2024 y Compañía Minera Doña Inés de Collahuasi.
El Museo Regional de Iquique (MRI) es el escenario de “Miradas de colección: Barros Cruzados”, un proyecto de arte prehispánico y contemporáneo en Tarapacá, que surge como una propuesta de curaduría en arte y educación a desarrollar anualmente en esta institución cultural.
Proyecto organizado por la Compañía de Teatro Antifaz y financiado por el Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio, a través del Programa de Apoyo a Organizaciones Culturales Colaboradoras, Convocatoria 2023; Fondo Nacional de Fomento y Desarrollo de las Artes Escénicas, Línea Festivales y Encuentros de Trayectoria, Convocatoria 2024; Ley de Donaciones Culturales; Gobierno Regional de Tarapacá junto al Consejo Regional de Tarapacá, a través del 8% del Fondo Nacional de Desarrollo Regional de Cultura 2024 y Compañía Minera Doña Inés de Collahuasi.
A casi 4 mil metros sobre el nivel del mar, que se sienten a cada paso, en la localidad de Mauque, se desarrolló una fiesta que permite conocer la cultura de una comunidad aislada del resto del país.
Exposición en el Museo Regional de Iquique hasta el 2 de marzo 2025
Chile se ha comprometido en alcanzar su meta de carbono neutralidad a más tardar en el año 2050. Para lograrlo se ha propuesto metas de miles de hectáreas de restauración, manejo y forestación de bosques.
Imagina una cancha de futbol y ubícala bajo el mar, cerca de la orilla. El pasto de la cancha es tan largo que casi toca la superficie, moviéndose al vaivén de las olas, y entre sus hojas viven organismos marinos como jaibas, ostiones, peces, incluso tortugas. Ahora imagina que estás parado en el borde de esta cancha submarina y miras su extensión: verás que hay al menos 200 canchas iguales, una junto a otra, un gran parche verde con una vida marina muy abundante y diversa. Puede sonar a ficción, pero estas “canchas” de pasto submarino existen en algunas zonas del norte de Chile.
En esta edición publicamos un pequeño resumen de algunos de nuestros primeros artículos. Un recuento de algunos proyectos que se quedaron en el camino, otros que marcaron historia y detalles inéditos de la riqueza cultural y patrimonial de nuestra región.