Desembocadura del río Loa: otro SANTUARIO de la NATURALEZA para la región de TARAPACÁ

Fotos: Gentileza de la Seremía de Medio Ambiente
Un nuevo Santuario de la Naturaleza, que se sumará al Oasis de Niebla de Punta Gruesa (ver Tarapacá Insitu N° 27), está a punto de ser realidad en nuestra región. Esta vez se trata de la “Desembocadura del río Loa”, que tiene tantos méritos como el anterior para adquirir esta categoría. “Desde el año 2005, lo que es territorio fiscal, era un bien nacional protegido en ese sector”, señala la secretaria regional ministerial de Medio Ambiente, Moyra Rojas. Además, agrega, “había adquirido la categoría de sitio prioritario para la conservación de la biodiversidad”.
Pero estas categorías de protección no eran suficientes, agrega la autoridad. “Entre los ecosistemas que se desarrollan en la desembocadura del Loa destaca un humedal formado por el río, una laguna y un remanso, el cual está ubicado metros antes de descargar en el océano Pacífico. Un sector que tiene, entre sus diversas funciones ecosistémicas, un humedal que sirve de hábitat para numerosas especies de flora y fauna, entre ellas las aves migratorias, cuya sobrevivencia depende de estos paraderos donde descansan y se alimentan”.
Por esta razón y, desde que Conaf iniciara una campaña para declararlo como “Parque Nacional”, la seremi de Medio Ambiente de Tarapacá y de Antofagasta se la jugaron por elevar la categoría de protección del sector. “Bienes Nacionales informó en su momento que no había disponibilidad fiscal del territorio; con estos antecedentes entramos nosotros como Ministerio de Medio Ambiente, MMA, en septiembre del 2020, para continuar el trabajo de lograr una mejor categoría de protección”, señala Moyra Rojas.
Surgió entonces la idea de postular la desembocadura del río Loa a una categoría compatible con la disponibilidad fiscal del territorio, es decir, Santuario de la Naturaleza. Ahí comenzó un arduo trabajo para elaborar el expediente y cumplir con los requerimientos que dispone la ley. “Tuvimos que recurrir a más de 80 papers y estudios de investigadores que han abordado el tema, entre los que destaca -nuevamente- lo que ha hecho Raquel Pinto en ese lugar, con su libro de flora costera. También incorporamos los estudios de la Universidad de Antofagasta, los de la Universidad Arturo Prat, en fin”.
La presencia de avifauna se encuentra representada por variadas especies tales como la gaviota garuma, el pato gargantillo, garzas y taguas.
HUMEDAL
Entre los múltiples antecedentes que se adjuntaron respecto de la importancia de este sitio, se indica que “el humedal del río Loa constituye el hábitat de una singular biocenosis, la cual conjuga elementos provenientes del desierto interior y la costa, siendo facilitado por la presencia del río que actúa como corredor natural. Las características de humedal permiten la existencia de una rica avifauna donde destaca la presencia de gaviota garuma (Larus modestus) y especies de gran importancia en términos de conservación como la yaca (Thylamis elegans), cuya población se constituye como límite septentrional de la especie, encontrándose hoy en día altamente amenazada de extinción. Un elemento adicional es la presencia de evidencias arqueologías e históricas de gran importancia, las cuales han sido estudiadas por diversos investigadores”.
El expediente señala que, en términos generales, “en el área de interés existen dos sistemas ecológicos principales: uno terrestre ubicado en la porción oriental del polígono, y el otro, en la porción baja y terminal de éste, predominantemente marino costero. El sistema terrestre propiamente tal, ocupa una zona escarpada dada por los cerros de la cordillera de la costa, en la que se inserta la gran y sinuosa caja del río Loa y algunas quebradas menores, tributarias de ésta. Este tipo de ambiente brinda mayor refugio de depredadores y del viento, a las especies de fauna que allí habitan, especialmente reptiles, pequeñas aves y micro mamíferos”.
“El sistema marino costero por su parte, se caracteriza por su naturaleza plana, baja y con presencia de algunos afloramientos rocosos, dispersos y de escaso desarrollo en altura. En este contexto destaca el curso del río Loa, que en este tramo final es más bien rectilíneo, y la presencia de una albufera o laguna terminal, separada del mar por una barra de arena y cantos rodados. Este sector constituye el área de concentración de fauna más importante del territorio a proteger, y uno de los más interesantes desde un punto de vista ecológico, de la costa de la región de Antofagasta y Tarapacá”.
El marsupial Yaca o Llaca es parecido a una laucha, tiene una larga cola y un fino hocico.
EXPEDIENTE
La seremi de Tarapacá logró entusiasmar a una serie de actores interesados en el tema. “Tenemos cartas de apoyo de Sernatur, de la Directemar, de la dirección de investigación de la Universidad Arturo Prat, entre varias otras instituciones. La solicitud se presentó en enero de este año y en marzo la ministra de Medio Ambiente, Carolina Schmidt, lo envió a Bienes Nacionales para que se hiciera presente que existía la disponibilidad fiscal del territorio; hace algunos días el Consejo de Monumentos Nacionales aprobó el expediente y lo que resta es presentarlo al comité de ministros para su declaración, lo que debería ocurrir en el mes de julio”.
Moyra Rojas señala que están felices por el trabajo realizado: “Una vez que sea declarado, el Santuario de la Naturaleza se va a entregar en administración a una entidad, que puede ser pública o sin fines de lucro, una ONG, una universidad, en fin. Bienes Nacionales realiza un examen exhaustivo de quienes quieran administrarlo y una vez adjudicado, se inician las acciones de conservación”.
La desembocadura del río Loa forma parte de la red de humedales costeros existentes en el norte de Chile, los cuales son de gran importancia por su ubicación, considerando que se encuentra en un sistema ecológico de alta aridez. “El sector -agrega la seremi- tiene también un valor que hay que estudiar acuciosamente y está dentro del plan de protección de humedales, lo que también nos permitiría cumplir como región con ese plan. Hay recursos regionales para hacer estos estudios y también podemos pedir fondos internacionales que, por ejemplo, se comprometieron en el marco de la COP 25”.
En el expediente se indica que “los humedales son ecosistemas acuáticos que sostienen la biodiversidad, nos proveen importantes elementos para la vida y los podemos encontrar a lo largo de toda la costa, como estuarios, lagunas costeras o marismas, a lo largo de la Cordillera de los Andes, como salares, lagunas salobres, bofedales, vegas, ríos, lagos y lagunas. Hacia el sur de Chile es posible reconocer a los humedales de turberas, que son grandes sumideros de gases de efecto invernadero, o los humedales boscosos, conocidos como hualves o pitrantos, todos ellos, en mayor o menor cantidad, suministran hábitat a peces, crustáceos, anfibios, reptiles, aves migratorias, entre otros”.
Vista en terreno del personal del MMA, junto al subsecretario Javier Naranjo.
Con este Santuario de la Naturaleza, además de la conservación de la biodiversidad y puesta en valor del turismo sustentable, se cumple con el Plan Nacional de Protección de Humedales anunciado por el presidente Piñera y con el compromiso de Chile (NDC) en la Convención de las naciones Unidas para el Cambio Climático presentada en el año 2020. Este asume la protección de al menos 20 humedales costeros como nuevas áreas protegidas al año 2025. Se da cumplimiento a las acciones del plan RECOGE de flora costera del Ministerio y la Estrategia Regional de Biodiversidad 2019-2030, aprobada por el CORE a fines del 2019.
DESDE LA PUNA A LA COSTA
La desembocadura del río Loa forma parte importante del ecosistema de la única cuenca exorreica de la región, la cual es de suma importancia proteger, ya que corresponde a una zona de alto endemismo y al único corredor biológico que existe desde la puna a la costa. Su importancia radica en que constituye el único ambiente estuarino en la región, con elementos de desierto interior y costa con presencia de cactáceas endémicas, utilizado un lugar de reproducción que abarca especies acuáticas como avifauna que desovan en el lugar. La presencia de avifauna se encuentra representada por variadas especies tales como la gaviota garuma (Larus modestus), pato gargantillo (Anas bahamensis) y garzas y taguas. Presencia del camarón de río del norte (Cryphiops caementarius) y el marsupial Yaca (Thylamys elegans). Entre los reptiles destacan las lagartijas Phyllodactylus gerrhopygus, Microlophus theresioides y Microlophus quadrivittatus (CONAMA, 2010).
El tramo final del río Loa es más bien rectilíneo; destaca la presencia de una albufera o laguna terminal.