Aquí es donde comenzó todo, en la costa de TARAPACÁ: los 7000 años de PUNTA PATACHE

Patache-Cáñamo es una unidad geográfica que ha atraído a distintas generaciones de investigadores por la gran densidad de vestigios arqueológicos que alberga. En una reciente publicación en la revista Estudios Atacameños se entregan nuevos antecedentes que permiten concluir que allí hubo ocupación durante más de 7000 años, incluyendo una de las primeras evidencias de ocupación humana de la costa de Tarapacá.

Arquitectura y Patrimonio08/05/2023Reinaldo Berríos GonzálezReinaldo Berríos González
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Panorámica de Patache-Cáñamo en 1995, previo a la instalación industrial.

Fotos: Gentileza de Pablo Méndez-Quiros

Mucho antes de que Punta Patache fuera el sitio destinado a albergar un controversial proyecto industrial de gran impacto en la región, como lo fue la Termoeléctrica Tarapacá (Patache) inaugurada durante el gobierno de Eduardo Frei, este lugar fue ocupado por los primeros habitantes que se asentaron en el borde costero de nuestra región. Una reciente investigación, publicada en la revista Estudios Atacameños a fines del 2022, así lo ratifica.

Pablo Méndez-Quiros, arqueólogo de la Universidad de Chile y doctor de la Universidad Autónoma de Barcelona, es coautor de la publicación: “Este sitio da cuenta de una ocupación humana de aproximadamente 7000 años, lo que constituye un registro extraordinario y de larga duración. Y ha permitido caracterizar estas poblaciones que van desde lo que se conoce como período Arcaico Medio (7470 años antes del presente) hasta el período Intermedio Tardío, que es una parte importante de la secuencia prehispánica en la costa”.

Una serie de trabajos realizados por distintos investigadores a lo largo del tiempo en Punta Patache, donde destaca lo realizado por Cora Moragas, en los años noventa, dan cuenta de una notable secuencia ocupacional compuesta por 20 sitios arqueológicos (basurales conchíferos, campamentos y cementerio). “El registro arqueológico sintetiza gran parte de la secuencia cultural de la costa arreica de Tarapacá, documentándose 7000 años de ocupación (7470-670 Cal AP) mediante una caracterización estratigráfica de ocupaciones domésticas y funeraria”.

“La reciente publicación -nos comenta el arqueólogo- condensa los trabajos que se realizaron en el sector de Patache antes de la instalación de la primera industria. Patache es una zona de sacrificio, entendiendo por tal como un área industrial con puertos, con acopios de ácido, termoeléctricas, áreas de relave, que sepultó una de las zonas más ricas en hallazgos arqueológicos de Tarapacá”. 

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Ubicación área de estudio. B) Principales localidades arqueológicas costeras entre Iquique y el Loa. C) Sitios arqueológicos de Punta Patache (A-T) y Cáñamo (1 y 3)

“Una industria -agrega- que se emplazó sobre una de las ocupaciones arqueológicas más potentes de la región; área que fue registrada -en gran parte- por el primer estudio de impacto ambiental que hizo Cora Moragas el el año 1996, en donde se excavaron cerca de 20 sitios arqueológicos. Esto incluyó sitios habitacionales, sitios funerarios…  una serie de evidencias arqueológicas que permitieron caracterizar con gran detalle las poblaciones prehispánicas costeras”.

PUBLICACIÓN

La publicación actual fue fruto de un trabajo que demoró dos años (2020-2021), que tuvo el objetivo de potenciar los elementos más interpretativos, porque existían informes técnicos de las excavaciones, buscando generar un modelo acerca de cómo pudieron ir variando las dinámicas poblacionales durante la prehistoria, señala el arqueólogo. 

En el artículo se señala  que “las desembocaduras como Pisagua, Camarones, Vítor, Azapa y el Loa fueron ocupadas de manera semi estable a partir del período Arcaico Tardío (6000-4000 AP, antes del presente),  formándose potentes basurales residenciales estratificados en paralelo al desarrollo de tecnología de pesca con anzuelo de espina de cactus. En la costa arreica tarapaqueña, en cambio, los depósitos residenciales no alcanzan el desarrollo vertical observado en las desembocaduras. Los lugares con ocupación arcaica más consistente se han documentado en Bajo Molle, Patillos, Cáñamo-Patache, Punta de Lobos y Chipana; no obstante, existen ocupaciones de menor envergadura en Playa Blanca, Caramucho y Punta Blanca”.

El trabajo busca “avanzar hacia la definición cronológica de la ocupación del litoral arreico de Tarapacá, discutiendo los cambios sostenidos por grupos eminentemente   pescadores-cazadores-recolectores marítimos desde el Arcaico Medio hasta la prehistoria tardía. Para esto se realizó una evaluación intensiva del sector noroeste de Punta Patache, mediante la excavación sistemática de todos los sitios arqueológicos identificados en un área acotada. La evaluación de sitios de distinta envergadura vertical y horizontal permitió evitar la sobre representación habitual de los grandes conchales, integrando sitios con   distintas intensidades de ocupación”. 

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Objetos misceláneos: 1.- Calzado tejido de niño (Pat-Q); 2.-Sandalia de cuero (Pat-T); 3.-Sandalia de cuero (Pat-C); 4.- Cuenco de toba volcánica (Pat-T); 5.- Fragmento de mineral de cobre (Pat-F); 6.-Cuentas discoidales (Pat-J); 7.- Cuentas tubulares (Pat-K); 8.-Objeto de madera.

“Se describen los contextos culturales y recursos asociados a 18 sitios habitacionales junto a reparos rocosos y un cementerio que abarcan alrededor de 7000 años. Mediante el desarrollo de un modelo cronológico se discuten la secuencia ocupacional de Patache-Cáñamo a partir de la datación de 10 unidades estratigráficas y las dinámicas poblacionales para la costa arreica de Tarapacá”.

CHINCHORRO

Pablo Méndez-Quiros señala que “cuando hablamos de estas ocupaciones de los períodos del Arcaico Medio o Arcaico Tardío, finalmente estamos hablando del espacio doméstico de las poblaciones que se conocen como la Cultura Chinchorro; recordemos que durante el año 2021 el complejo cultural Chinchorro y los sitios asociados (en las desembocaduras de los valles de Camarones y Azapa) fueron declarados como Patrimonio Mundial de la Unesco”. 

Entonces, continúa, “si bien Patache no fue integrado por razones obvias, y tampoco en este trabajo se habla directamente de los Chinchorro, indirectamente son restos habitacionales de los mismos grupos humanos, entendiendo que los Chinchorro se definen principalmente a partir de los elementos funerarios”. 

El trabajo permite concluir que la secuencia arqueológica de Patache-Cáñamo se inicia con una de las ocupaciones más tempranas para la costa arreica, en asociación a anzuelos de concha durante el Arcaico Medio. Luego, entre 6550 y 4810 (AP, antes del presente) se produce una desocupación, tanto en Patache como en el resto de la costa  arreica.

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Instrumental para extracción de recursos marinos: 1.- Bolsa anillada (Pat-M); 2-3.- Pesas en guijarro (Pat-T); 4.- Bifaces líticos (Pat-E); 5.- Mango de cuchillo (Pat-J); 6.- Anzuelos y espinas de cactus (Pat-E); 7.- Anzuelo de concha (Pat-J); 8.- Línea de caza en cuero de lobo con refuerzos (Pat-T); 9.- Cabezal óseo de arpón (Pat-Q); 10.- Cabezales de arpón compuesto (Pat-Q); 11.- Acoplador y astil de arpón (Pat-S).

OCUPACIONES

“La distribución de dataciones señala una ocupación estable y continua entre el Arcaico Tardío y el Formativo Temprano entre 4810–2330 AP, que coincide con la mayor cantidad de dataciones en Patache, seguida por la época de mayor actividad antrópica para la costa arreica entre el Formativo Tardío y el Intermedio Tardío entre 1610 y 510 AP. Entre los sitios estudiados ninguno contiene la secuencia total, identificándose generalmente un único evento ocupacional, y hasta tres eventos pertenecientes a uno o dos períodos”.   

“El ritmo de ocupación es coherente con la movilidad de estos grupos, combinando un    patrón dinámico de explotación costera con desplazamientos longitudinales y transversales para obtener recursos en oasis de niebla, bosques de la pampa, oasis  interiores y precordillera”. 

En suma, concluye la publicación, “se reconoce una ocupación continua pero intermitente evidenciada por la recurrente formación de hiatos estratigráficos. Esto   contrasta con las ocupaciones de mayor envergadura asociadas a recursos hídricos permanentes en desembocaduras. La evaluación de Patache invita a repensar el carácter conservador de los grupos costeros. Si bien es elocuente que la explotación de recursos marinos manejada a través de un instrumental altamente especializado es constante durante la secuencia, estos grupos también son sensibles al cambio e innovaciones”.  

“Desde el Arcaico Tardío y durante el Formativo se incorporan cambios en su dieta, sus implementos e instrumental de pesca, los que conviven con otras tecnologías que se mantienen por miles de años, como los desconchadores o chopes, chinguillos, bolsas de técnica anudada y arpones, que siguen siendo mayoritarias. A escala regional, la ocupación de Patache sintetiza las tendencias generales observadas para la costa arreica de Tarapacá, destacando tres peaks de ocupación durante el Arcaico Medio, el Arcaico Tardío–Formativo Temprano y durante el Formativo Tardío–Intermedio Tardío”.

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Ofrendas funerarias Patache-Q. 1.- Diadema de plumas (T-7); 2.- Huso de madera (T-17); 3.- Peine de madera con terminación escalonada (T-17); 4.- Collar de gastrópodos (Oliva peruvianay Turritela) (T -17); 5.- Bolsa textil y su contenido (T-11): 5a.- Contenedor de pigmentos en caracol (T-11); 5b.- Ovillo de lana (T-11); 5c.- Peine de madera (T-11); 5d.-Anzuelos en espinas; 5e.- Cabecera de arpón en hueso y espina (T-11) (Fuente: P. Mendez-Quiros).


Recapitulación ocupaciones domésticas

“Entre los recursos del registro doméstico se reconoce que el lobo marino, el pelícano y los moluscos fueron ampliamente consumidos. Se obtenían principalmente moluscos de la franja intermareal como apretadores, lapas, locos y erizos. Información etnográfica  recolectada en Patache en 1995 señala que para consumir los apretadores deben ser cocidos en agua de mar para que ablanden. La pesca era también importante, capturándose pejeperro, corvina, cabrilla, pejesapo y jerguilla. La caza de especies terrestres debió ser más activa en los oasis de niebla que en el litoral”.

“La interacción con el interior se evidencia en el consumo de maíz, calabaza, textilería en fibra de camélido y cerámica. Los maíces son escasos y podrían corresponder a dos variedades; mientras que la calabaza es más frecuente, principalmente usada como contenedor. La frecuencia de elementos del interior es generalmente baja a diferencia de Bajo Molle donde su presencia es más extendida y diversa (Moragas, 1995)”.

“En suma, la ocupación doméstica se concentra en el norte de Patache junto a caleta Cáñamo. Hacia al sur se extiende una planicie sin reparos rocosos y expuesta al viento, con una ocupación humana de muy baja intensidad. Los sitios funerarios de Cáñamo y Patache se sitúan hacia el Este alejado de los espacios domésticos”.

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