LA ADAPTACIÓN HUMANA AL DESIERTO DE TARAPACÁ

Conocer las condiciones ambientales y geográficas del desierto extremo nos permiten inferir lo difícil y complejo que significa su domesticación, no obstante ello es de vital importancia hoy en día saber cuáles son las características que gravitan en los procesos de domesticación agrícola y adaptación humana.

Arquitectura y Patrimonio 21/12/2018 Alvaro Carevic Rivera
Arte Rupestre

El ecosistema de desierto extremo o absoluto, que en la región de Tarapacá se conoce como la depresión intermedia o más comúnmente como pampa salitrera, ha sido profusamente estudiada y conocida por todo lo sucedido productivamente en base a la industria del salitre (1830- 1975); de hecho internacionalmente este territorio es reconocido por la gran riqueza que brindó a todos aquellos que explotaron el caliche y sus derivados. Muy difundidos son los estudios de las diferentes formas de vida y explotación que se llevaba a cabo en la oficinas salitreras y también conocidos son los antecedentes acerca de los avatares que produjo este tipo de explotación minera, sobre todo con relación al conflicto internacional entre países de la zona como Chile, Perú y Bolivia y que dio lugar a la conocida Guerra del Pacífico en el año 1879.

En consecuencia a lo anteriormente mencionado, este artículo pretende dar un significado de importancia mucho más amplio al territorio aludido en el párrafo anterior y circunscribirlo a un periodo también mucho más extenso, a decir desde la época arqueológica hasta la actualidad. De hecho el desierto absoluto, en la pampa del Tamarugal significó diferentes procesos de sedentarización en un terreno tremendamente frágil y estresante desde el punto de vista de los recursos naturales. La escasez del recurso hídrico, las condiciones climáticas de tremendas oscilaciones térmicas durante el día, las características estériles de los suelos no fueron impedimento alguno para que grupos humanos cultural y productivamente domesticaran la pampa en función a la generación de alimentos desde los 2.500 años de antigüedad, proporcionando las bases de esta manera para la actual explotación de la agricultura del desierto en este territorio desértico.

BI ramaditas

Paradojalmente fue en este desierto donde se encuentran las primeras evidencias de la adaptación humana, allí en Pampa Soledad a 200 km. al sur de Iquique, en una pequeña meseta sobre la quebrada de Huatacondo se encuentra el sitio arqueológico de Ramaditas, donde hace 2.500 años de antigüedad grupos humanos fueron capaces de enfrentarse al desierto y transformarlo en una zona cultivable. He participado por varios años en la investigación de este sitio, y aún sigo sorprendido por el valor de estos hombres y mujeres que supieron manejar el agua para el riego, la salinidad de los suelos y todo el proceso fenológico de los cultivos allí tratados. Es sorprendente estar en este sitio y ver el trabajo arquitectónico de sus construcciones, los canales de regadío, los reservorios para el agua y muchos antecedentes más.

Con anterioridad exprese la amplia difusión y conocimiento que se tiene de la industria salitrera en nuestro desierto, sin embargo es también ampliamente desconocido, por la falta de estudios al respecto, lo que significo y lo que he denominado como la PAMPA VERDE, en directa asociación a la industria del salitre. De hecho, cercano a las cientos de oficinas salitreras que existían en este territorio y específicamente hacia el este de ellas, había una zona de gran explotación agrícola que mediante la tecnología de los sistemas de canchones proveía de alimentos y forrajes necesarios para los animales y personas que habitaban en estas ex oficinas. El estar interactuando ya por varios años en esta zona autocalificada como Pampa Verde, he podido conocer y estudiar interesantes sitios como Challas, El Gobierno, Cumiñalla y otros como Calamina y la Noria, sitio agrícola ubicado al norte del actual poblado de la Huayca, que en su conjunto demuestran el enorme ingenio para producir alimentos sin riego artificial y el gran esfuerzo realizado para remover gruesas capas de suelo estéril con el objeto de lograr la tecnología de canchones. De esta manera en épocas históricas el ser humano siguió domesticando el desierto ahora en función de proveer de alimentos a la industria salitrera.

“En una pequeña meseta sobre la quebrada de Huatacondo se encuentra el sitio arqueológico de Ramaditas, donde hace 2.500 años de antigüedad grupos humanos fueron capaces de enfrentarse al desierto y transformarlo en una zona cultivable”.

Actualmente la adaptación humana en el desierto de la región de Tarapacá, se desarrolla principalmente en cuatro ecosistemas de la región, siendo el de mayor potencialidad por la cantidad de especies hortícolas cultivadas y por las extensiones de cultivos el de desierto marginal de altura que corresponde a las quebradas vegetativas como Camiña, la más importante de la región de Tarapacá, quebrada de Tarapacá, quebrada de Mamiña, y quebrada de Huatacondo. También es importante por su producción frutícola el ecosistema de oasis de Pica y Matilla y el ecosistema de altura en el altiplano con el cultivo de la quínoa. El cuarto ecosistema corresponde al de desierto absoluto o extremo que se desarrolla especialmente en las comunidades de la Tirana, alrededores de Pozo Almonte y Pintados. Este tipo de agricultura y adaptación humana tiene una fuerte vocación forrajera y hortícola.

(*)Master y Doctor en Agroecología y Desarrollo rural sostenible.


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