Hasta principios de este siglo habitó en las costas del norte grande el grupo que se ha conocido como Los Changos, los cuales utilizaron los mismos métodos de pesca que sus antecesores. Sus habitaciones eran muy sencillas: una armazón con costillas de ballena cubiertas con cueros de lobo como un toldo y también utilizaban totoras. Su alimentación se basaba en peces, algas comestibles, mariscos, crustáceos, lobos marinos, focas y ballenas, las que cazaban por su carne, aceite y cueros. Este libro da cuenta de los primeros estudios de estas poblaciones que habitaban el norte grande y es una publicación que bien vale la pena tener. (*)
La región de Atacama es considerada un laboratorio natural, un excepcional espacio para atestiguar procesos globales de la historia del planeta Tierra. Esto significa reconocer a este lugar como un espacio que puede atraer la atención de científicos de todo el mundo, lo que le otorga ventajas comparativas que no son replicables en otros lugares.
La aridificación del planeta exige que se preste especial atención a las especies adaptadas a la falta de agua. Por esta razón es que, a partir de los próximos meses, un proyecto Núcleo Milenio iniciará un amplio trabajo de estudio de los bosques que habitan nuestro desierto. AFOREST, que así se llama, forma parte de un desafío global adhiriéndose a la 15va meta de la UNESCO para el desarrollo sustentable de la vida en la tierra.
En el clima más seco del mundo y en la zona más septentrional de Chile, donde los cauces de los ríos están completamente secos, habita el Cactus Candelabro, una especie característica de esta zona del país y que está presente en la precordillera. En teoría está protegida, tanto a nivel nacional como internacional y que Conaf fiscaliza para asegurar su permanencia.
El área marina protegida tendrá una extensión aproximada de 73.000 hectáreas y será la primera área de estas dimensiones en el litoral de la Región de Tarapacá, marcando un hito en el establecimiento de una red de áreas marinas protegidas a lo largo de la costa de Chile.
03 de febrero de 2023
Se reporta el hallazgo de dos aleros de funciones ceremoniales, vinculables con la ritualidad de grupos caravaneros del Formativo Temprano de Tarapacá (ca. 400 cal a.C.–cal d.C. 200). Sus contextos materiales evidencian la presencia de rituales reiterativos de disposición de ofrendas, que incluyen bienes alimenticios, alucinógenos y artesanías de ámbitos locales y distantes. Esta modalidad de ceremonialismo en aleros, donde se ofrendan recurrentemente bienes y artefactos, constituye un hallazgo sin antecedentes locales.
De acuerdo con el último estudio publicado por Oceana, la creciente demanda internacional y el aumento en el precio del recurso, han dado pie a una actividad ilegal sin precedentes, poniendo en peligro a las comunidades costeras del norte. En seminario organizado por la ONG, se discutieron propuestas para frenar la extracción desmedida de bosques de macroalgas pardas, responsables de sostener la vida de los ecosistemas marinos.
Históricamente, los estudios de movilidad en los Andes se han centrado en el modelo caravanero, según el cual fueron grupos de hombres de tierras altas, con sus recuas de llamas, los agentes encargados del tráfico interregional. Se presenta aquí el análisis de una serie de contextos mortuorios excavados a lo largo de senderos prehispánicos que conectaron la desembocadura del río Loa con los oasis de Tarapacá (Guatacondo y Pica) y con el área atacameña (Quillagua y Calama), que nos entregan una perspectiva individualizada sobre quienes realizaban estos exigentes viajes.
Tarapacá Insitu cumple cinco años auscultando el territorio. A fines de 2017 nos propusimos indagar, investigar y compartir con los habitantes de nuestra región y del mundo algunos de sus atractivos. En eso hemos estado. Y esperamos seguirlo haciendo en compañía de nuestros lectores. 02
04 de enero de 2023
El presente artículo explora la interacción social en la región atacameña a partir del estudio de sus pinturas rupestres. Mediante el estudio cuantitativo y cualitativo de las distribuciones pictóricas, tanto por las estructuras compositivas como por los íconos claves que aparecen simultáneamente en dos o más localidades rupestres, se determinan flujos diferenciales de información visual. Esta circulación de conocimiento y personas habría operado como expresión de relaciones sociales preferenciales entre las distintas comunidades del desierto de Atacama.
Hace algunos años se presentó una muestra de “gorros del desierto de Atacama” en la ciudad de Antofagasta, de la mano del Museo Chileno de Arte Precolombino. Acompañó a la exposición un libro, hermosamente diseñado, con la historia de esta singular prenda. Hemos extractado uno de los capítulos de la obra, que da cuenta del valor de estas piezas que nos ilustran y comunican la diversidad sociocultural de los grupos étnicos que ocuparon este territorio en el transcurso de la prehistoria.
La investigación liderada por Diego Salazar y Gabriel Easton, académicos del Departamento de Antropología y del Departamento de Geología de la Universidad de Chile, respectivamente, plantea que un sismo similar al terremoto de Valdivia en 1960 -el más grande del que se tenga registro- azotó a la costa del Norte Grande del país hace unos 3.800 años, impactando a las comunidades que habitaban la zona e induciendo cambios en su relación con el territorio.